Roban en una noche una veintena de trasteros de los aparcamientos de Gloria Fuertes

Los propietarios de los trasteros de los aparcamientos ubicados en el parque Gloria Fuertes de la capital amanecieron ayer con una desagradable sorpresa. Los ladrones se colaron en el subterráneo gestionado por Emisa (Empresa Municipal de Infraestructuras y Servicios) y desvalijaron una veintena de cuartos durante la madrugada.

La Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Almería recibió un goteo de denuncias durante la mañana. Los delincuentes forzaron las cerraduras con palancas y se apropiaron de los objetos electrónicos y bicicletas a su alcance.
Se llevaron fundamentalmente materiales de fácil salida en el mercado clandestino, objetos de una comercialización sencilla y rápida. Dinero en metálico para obtener beneficios y borrar el rastro lo antes posible.

Los restos del asalto eran palpables en las habitaciones, con huellas del empuje de las palancas y cerraduras completamente destrozadas. La Policía Judicial ha iniciado una investigación sobre el allanamiento en los aparcamientos y la Policía Científica tomó muestras ayer en el lugar para recoger vestigios.

Se trata de unas instalaciones muy amplias con casi 400 plazas de estacionamiento para turismos y medio centenar de trasteros, además de zonas reservadas para motocicletas, según datos de Emisa.

No es la primera vez que se producen robos en garajes de la ciudad. Los delincuentes buscan aparcamientos subterráneos donde trabajar sin la necesidad de protegerse demasiado de los vecinos, se cuelan aprovechando la entrada de algún propietario y destrozan las puertas con herramientas sencillas como barras de hierro o destornilladores.
Se benefician también de la mayor ligereza de las cierres de los trasteros y de puertas que, generalmente, presentan menores condiciones de seguridad que las colocadas en las viviendas.

Un antecedente

En los meses de septiembre y octubre de 2012, la Policía Nacional ya realizó una gran intervención contra una banda especializada en ‘limpiar’ trasteros. Se denominó Operación Trasto y se saldó con arrestos en Almería y Roquetas de Mar en dos fases distintas.

La investigación permitió esclarecer un centenar de robos en garajes de la capital. Residenciales de la Vega de Acá y de la Avenida del Mediterráneo, así como urbanizaciones de Roquetas, El Ejido y Vícar fueron los más afectados. La banda funcionaba de forma jerárquica y los chicos más jóvenes eran los encargados de perpetrar los asaltos. Sus ramificaciones eran extensas (una de las líneas de investigación fue desarrollada por la Guardia Civil) y alcanzaban hasta el mercado negro en Rumanía, donde piezas desguazadas acababan en las tiendas.