El jurado delibera en el caso de Costacabana

El jurado popular recibió ayer el objeto de veredicto y valora la situación de los cuatro acusados

Familiares de las víctimas en la Audiencia
Familiares de las víctimas en la Audiencia
Javier Pajarón
19:59 • 06 oct. 2015

El jurado popular ya delibera sobre el destino de los cuatro acusados por la muerte de Bernardo Santiago de 58 años y su hijo José Santiago de 33 años en un tiroteo en la calle Amazonas de el barrio de Costacabana en julio de 2012. 
El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería entregó el “objeto del veredicto” el mediodía de ayer a los miembros del jurado, tras una mañana de trabajo con los cuatro abogados de la defensa, los abogados de la acusación particular y el Ministerio Fiscal. 





Las previsiones más optimistas apuntan a que el veredicto pueda conocerse a lo largo de este miércoles, aunque las características del caso y la complejidad de completar un cuestionario sobre las responsabilidades de cuatro acusados, pueden retrasar la lectura del fallo. Los acusados son Baldomero S., Francisco S., Nicolás S. y José S., a saber, el patriarca de la familia y sus tres hijos. Los fallecidos eran familiares directos (Baldomero y Bernardo eran hermanos y vivían en casas colindantes).




Las versiones




La acusación particular solicita penas superiores a los 40 años de cárcel para los cuatro procesados por dos delitos de asesinato. Los considera coautores de un ataque inopinado a Bernardo Santiago y su hijo José Santiago durante la madrugada del 27 de julio de 2012, cuando regresaban a su casa y apenas ponían un pie fuera del vehículo (Bernardo apareció con las llaves en la mano).





Mientras, las defensas solicitan la libre absolución. En el caso de Nicolás S. y Baldomero S. sus letrados aseguran que no participaron en el tiroteo. Nicolás S. asegura que no estaba en el lugar y Baldomero S. manifiesta que sólo intentó mediar en la disputa sin llegar a empuñar arma alguna. 





En cuanto a los dos acusados restantes, ambos mantienen que actuaron en legítima defensa. José S. afirma que su primo le disparó y que fue abatido por su propio padre. Mientras, Francisco S. asegura que disparó a la pared de la vivienda sin alcanzar a nadie y siempre como defensa a un ataque de los fallecidos.
 






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