Proyecto Hombre presentó ayer en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería su Memoria Anual 2014, una radiografía sobre las adicciones en la provincia. La entidad asistió el año pasado a 500 personas en sus programas de tratamiento, deshabituación y reinserción social. Además, reforzó sus planes de prevención con actividades que alcanzaron a más de 3.500 ciudadanos, según datos ofrecidos por su directora, Ana Mazón.
La ONG mantiene proyectos con un marcado carácter transversal. No sólo intervienen en la tradicional apuesta por la desintoxicación de adictos a las drogas, sino que también actúan sobre aspectos familiares, laborales y psicosociales que conforman el entorno de los pacientes y que son determinantes para la reinserción.
En este sentido, Proyecto Hombre marca como prioridad la prevención de las adicciones. Mazón apunta a los riesgos vinculados al “circuito laboral”. “Ya no son siempre personas de ambientes desestructurados, sino personas que vienen de ambientes estructurados”, señaló Mazón. “Por eso detectamos un riesgo en los ámbitos laborales y por eso Proyecto Hombre hace una apuesta desde hace años por la prevención”, añadió.
En el perfil más común de los usuarios de los programas de la ONG se encuentran varones con empleo o desempleados circunstanciales, que tienen ciertos recursos económicos, estudios medios y son adictos a la cocaína y al alcohol fundamentalmente.
A la presentación de la Memoria 2014 asistieron Pilar Ortega, concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Almería, Isabel Ramírez, vicedecana de Alumnos de la UAL, y Francisca María Pérez, jefa de servicio en la Delegación Igualdad, Salud y Políticas de Sociales.
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