El próximo presupuesto municipal tendrá que salir “por consenso”, y así lo entienden tanto por parte de la oposición como del equipo de Gobierno si bien, de momento, los únicos encuentros que se están manteniendo para la confección de las cuentas son entre Ciudadanos y el Partido Popular. Ayer se comprometía el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, a reunirse con el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Juan Carlos Pérez Navas y con el de IU, Rafael Esteban.
Por si acaso ese encuentro no se produce, y con la sensación de que el presupuesto “no se quiere hacer ni con el PSOE, ni con los vecinos ni las juntas de distrito”, Pérez Navas ponía ayer sobre la mesa una oferta de negociación y sus mínimos para aprobar el documento.
Considera el portavoz socialista que estos presupuestos deben “dar prioridad al empleo” proponiendo dos planes de fomento del empleo: uno de rehabilitación de viviendas en la Corona Norte (El Quemadero, Pescadería y Los Ángeles), y otro para menores de 30 años.
En materia de obras considera Pérez Navas que con el objetivo de llegar a toda la ciudad es necesario que “como mínimo cada barrio tenga una obra”.
Concesiones
en cuanto a la posibilidad de incrementar las partidas que estarían destinadas a concesiones administrativas como parques y jardines o limpieza, el portavoz socialista apuesta por “estudiarlo en una comisión y si verdaderamente es necesario adaptar el presupuesto se hace pero no sin primero comprobarlo”.
Vuelven a sacar a la luz los socialistas la necesidad de realizar un plan estratégico para el desarrollo de la ciudad y pide Pérez Navas que se cree el órgano aprovechando que “hay que realizar el proyecto puerto-ciudad” y sobre todo que hay que generar los proyectos de la estrategia 2020.
Pero sin duda uno de los capítulos que más va a interesar es el que se refiere a las propuestas en materia de impuestos. Así, abogan por una rebaja fiscal en las licencias de instalación e inicio de la actividad teniendo en cuenta el lugar, que se trate de un barrio desfavorecido y por otro lado, según el número de empleos que genere su puesta en marcha.
La propuesta más novedosa es el estudio de la puesta en marcha de un recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) progresivo. Asegura Pérez Navas que los bloques que propone son “movibles según las cuentas que hagan los técnicos municipales” pero inicialmente abogaría por reducciones que irían de los 80 a los 120 euros en un primer tramo para viviendas en las que estén empadronadas dos personas y ganen menos de 12.000 euros al año.
El segundo tramo estaría comprendido para familias de más de dos miembros y hasta cuatro personas que no ganen más de 16.000 euros. Y el último, para más d cuatro personas y no superen unos ingresos de 20.000 euros.
El problema es que esta medida no está cuantificada.
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