El temporal causa un centenar de emergencias en la capital y Poniente

Almería tiembla cuando el cielo se vuelve gris. Un mes después del temporal que arrasó el Poniente, las lluvias golpean de nuevo la provincia. Una mañana de intensas precipitaciones provocó el martes cortes de carreteras, calles anegadas, garajes inundados, accidentes de circulación y, en general, un caos circulatorio en Almería y Roquetas.

Según datos de la Red Hidrosur, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, la capital y los municipios costeros del Poniente acumulan la mayor parte de las precipitaciones registradas durante la jornada del martes, con unos 35 litros por metro cuadrado. La estación meteorológica de la Comarca de Níjar anotó 21 litros por metro cuadrado, la Ragua 20 litros y Fiñana 13. Mientras, las lluvias fueron anecdóticas en el Valle del Almanzora, Los Vélez y el Levante, esta última comarca curiosamente sometida a los mayores temporales registrados en la provincia en los meses de septiembre y octubre.

La Junta de Andalucía, consciente de los destrozos de las tormentas anteriores, activó la Situación 1 del Plan de Emergencias. Almería estaba el riesgo naranja por la amenaza de nuevas inundaciones. La alerta estuvo activa hasta las 15.30 horas, con especial atención al municipio de Adra, que ya vio contenedores y vehículos flotando calle abajo hace sólo unas semanas.

Según la Delegación del Gobierno de la Junta, el servicio de  Emergencias 112 Andalucía detectó un centenar de avisos en la provincia de Almería fruto del temporal. Estas incidencias hacían mención a anegaciones parciales de bajos de viviendas, locales comerciales, sótanos, garajes, así como acumulación de balsas de agua en calles y carreteras secundarias, junto con algunos ocupantes de vehículos afectados por la corriente de agua en varias ramblas o el desprendimiento de piedras en la autovía A-7. En ninguno de estos casos ha habido que lamentar daños personales.

Carreteras cortadas
En la capital, no obstante, la tormenta descargó más de 20 litros por metro cuadrado en media hora. Los bomberos se vieron desbordados por los avisos, el tráfico provocó retenciones en las principales arterias de la ciudad y aparecieron situaciones de riesgo en puntos negros convertidos en “clásicos” de la crónica de estos temporales.  El paso subterráneo del Camino de la Goleta volvió a quedar completamente anegado, la rambla de Costacabana se desbordó una vez más y llevó el agua hasta las puertas de las casas y el paso ferroviario de El Puche estuvo cerrado a media mañana por la acumulación de agua. También hubo cortes en la  AL-3112 ( en la Rambla de Morales) y la AL-3104 (de Juaida a Alquián).

Y, aunque la tarde dio un respiro a los ciudadanos y a los equipos de emergencia, el baile de las isobaras sobre la provincia de Almería amenaza con nuevas tormentas. La Agencia Estatal de Meteorología mantiene la alerta amarilla este miércoles en toda la costa almeriense. Se esperan precipitaciones significativas hasta las 12 horas.