Almería, en el foco de la inteligencia contra el terrorismo yihadista

Con el máximo sigilo, con la mayor discreción pero con una intensa actividad y un alto grado de coordinación y eficacia. Así llevan algún tiempo operando en Almería -algunas fuentes lo sitúan en varios años- las unidades de captación de información para la lucha contra el terrorismo yihadista.

Policía Nacional, Guardia Civil y, muy especialmente, Centro Nacional de Inteligencia (CNI) están implicados en una tarea delicada y de extraordinaria importancia para la anticipación en la que también intervienen otros servicios de inteligencia extranjeros.  Almería no presenta mayor nivel de riesgo que otros lugares ni para captar adeptos que se sumen a la Yihad ni para posibles acciones. De hecho, las fuentes consultadas para esta información coinciden en que zonas como Cataluña o Ceuta/Melilla son más objetivo de captación que Almería porque hay más población con tendencia a la radicalización. Pero lo que sí ofrece la provincia es un gran campo para obtener información: lo que se viene a llamar inteligencia, recopilación de datos e informaciones aparentemente inconexas que, bien relacionadas y contextualizadas, permiten prevenir acontecimientos y anticiparse.

Y las razones que la convierten en un foco de atención necesario para la inteligencia antiyihadista están a la vista de cualquier observador con capacidad de análisis: hay una notable población de origen musulmán formada por unas 80.000 personas, tiene una posición geográfica  cercana al Norte de África y presenta características propias de las zonas de tránsito.
Los recientes atentados de París no han cambiado sustancialmente una red y un sistema de información ya existente y funcionando pero, inevitablemente, la atención se extrema.

Bajo la lupa de los agentes de inteligencia se sitúan los espacios sociales donde se concentran musulmanes, como mezquitas, locutorios, incluso oficina de extranjería. El puerto, punto estratégico de comunicaciones, es lugar también en permanente control. Y, muy especialmente en los últimos tiempos, las redes sociales, el territorio en el que los terroristas de Daesh (nombre árabe del Estado Islámico) han encontrado un campo abonado para atraer a la Yihad a musulmanes o conversos de todo el mundo, incluídos los países europeos. Las tareas de investigación que se realizan desde Almería se sumergen también en el territorio global de las redes sociales, con especialistas en la materia. Toda la información que obtienen  los agentes de todos los cuerpos implicados no se queda en sus estructuras provinciales: absolutamente todos los datos de relevancia se centralizan en el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado). 
Pero este tipo de labores de información se enfrentan a una dificultad añadida: no escudriñan fotos fijas. La movilidad es una de las características de buena parte de los posibles objetivos. Como precisa una fuente: “aquí se puede idear un atentado que luego se comete en otro país”. Por eso, el número de personas controladas varía en cada momento: en Almería puede haber en un momento en torno a 50 objetivos y esa cifra bajar o subir en otro momento.
¿En Almería se ha detenido a yihadistas? La respuesta es sí: en 2004 Mourad Yala (Argelia) en las Cabañuelas, Abdol  Ghaffar Hashemi (Afganistán) fue detenido en La Gangosa, Magid Mchmacha (Marruecos) en Almería, Kamara Diadie (Mauritania) en El Acebuche y Smail Latrech (Argelia) en la capital. En 2014, Abdelmalek Tanem fue arrestado en el aeropuerto camino de Francia tras regresar de Siria. Éxitos de la inteligencia.