La Guardia Civil persigue las nuevas vías de acoso a menores en las redes

La Guardia Civil afronta el reto de prevenir y perseguir las nuevas vías de acoso escolar y sexual abiertas por la tecnología. El desarrollo de los teléfonos móviles y el amplio calado de las redes sociales entre los jóvenes dibujan un panorama desconocido hasta ahora, que exigen un esfuerzo de las fuerzas de seguridad.

La Comandancia de Almería carece actualmente de un Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) propio, aunque cuenta con especialistas repartidos por todas las áreas de investigación para luchar contra amenazas en la Red. Entre ellos destacan los agentes del Equipo Mujer Menor (Emume), encargados de la persecución de los delitos con jóvenes implicados y exigidos por una constante evolución de la tecnología.

“La delincuencia telemática es muy variada, aunque en el Emume los delitos a través de teléfonos móviles y programas de mensajería como WhatsApp tienen la mayor incidencia”, señala un experto del Instituto Armado en Almería. “Investigamos todos los delitos vinculados a menores, sean víctimas, autores o colaboradores necesarios”.
El uso inadecuado de teléfonos móviles combinado con programas y redes sociales se convierten en el enemigo número uno. Una fotografía íntima de una chica y su novio puede provocar en unos segundos daños irreversibles. La Guardia Civil trabaja para evitarlo.

“Hay que enseñar a las niñas a no hacerse fotos, a los niños a no pedirlas y a todos a no pasarlas”, explica el especialista del Emume. “Tenemos que enseñar a nuestros hijos a proteger su intimidad”. El Emume no ofrece estadísticas, aunque admite que existen casos de acoso escolar y atentados contra la libertad sexual o la imagen de los menores con cierta periodicidad. Incluso con niños menores de 14 años de edad (inimputables, según la Ley Penal del Menor).

La Fiscalía incide en este aspecto. “Se estima que aumenta (tal vez no el hecho pero sí la detección del mismo) una variedad de delitos de distribución de pornografía infantil, no en su modalidad de descarga y compartición de archivos, sino a través de la publicación de esos vídeos en redes sociales, que sí ha experimentado un aumento cuantitativo”, señala la Memoria 2015. “Se han articulado asuntos cada vez más complejos y numerosos asociados a la violencia de genero, al uso de la informática y al menor propiciados por el uso de redes sociales o aplicaciones asociadas a internet y telefonía móvil (...) nuevas formas de violencia por WhatsApp, sms, Facebook y Twitter”. Aunque no hay cifras precisas sobre datos telemáticos en menores, la Fiscalía registra en Almería 86 casos de violencia de género y una docena de abusos sexuales.

La Guardia Civil asegura que las investigaciones ofrecen resultados, a pesar de moverse en un espacio a menudo virtual y sin muros. “En los delitos telemáticos puede ser más o menos difícil, pero es cuestión de tiempo localizar a los autores”, advierte el Emume. “Al final de toda la investigación siempre hay una IP de un punto físico de conexión a Internet”. La Benemérita insiste en que no hay impunidad y que los resultados así lo acreditan. 

Plan Director Ahora bien, en esa doble labor de prevención y persecución del delito, el Instituto Armado desarrolla un exitoso programa con los centros educativos. El denominado Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar, que también lleva a cabo la Policía Nacional, busca concienciar a padres, madres, alumnos y profesores sobre los peligros para la comunidad educativa.

“Se realizan charlas sobre acoso escolar, drogas, alcohol, racismo y xenofobia, nuevas tecnologías y bandas juveniles”, presenta el teniente José María Romero, encargado del programa en la Comandancia de la Guardia Civil de Almería. Según estadísticas de la Subdelegación del Gobierno, las charlas crecieron un 25 por ciento en Almería el curso pasado y las vinculadas a Internet son las más demandadas (unas 150 impartidas entre las fuerzas de seguridad del Estado).

El uso de las tecnologías aparece marcado en rojo en las demandas de los centros (peticiones generalmente a través de la Delegación de Educación). “Nos adaptados a los nuevos fenómenos; antes se hablaba de tener cuidado con no dejar a los menores solos con el ordenador en casa y ahora  nos centramos en los riesgos de un mal uso de tabletas o teléfonos móviles”, apostilla el teniente Romero. Con el móvil no se juega.