“Los yihadistas matan en nombre de Dios, pero el Islam es paz y no es violencia”. La comunidad musulmana clama contra los atentados terroristas y sale de nuevo a la calle para solidarizarse con las víctimas y con sus familias.
Más de un centenar de personas participó el domingo en una concentración convocada por la Asociación Almohamadía para el Trabajo Social y los Derechos Humanos en San Isidro (Níjar) para condenar los atentados de París y las muertes de dos policías nacionales en un ataque a la embajada española en Kabul (Afganistán).
Con el lema “No al terrorismo, sí a la convivencia”, representantes de comunidades islámicas del campo de Níjar y miembros de asociaciones civiles acudieron a la cita. Entre ellos había magrebíes, subsaharianos y españoles radicados en la comarca, un espacio marcado en los últimos 30 años por la coexistencia de decenas de nacionalidades.
Abdellah Zaitoumy, presidente de la Asociación Almohamadía, leyó un manifiesto con una profunda carga religiosa, contrario a la violencia del terrorismo y a favor de la coexistencia pacífica entre los ciudadanos de distintas creencias.
“El Islam nos enseña que los seres humanos nacemos todos sin pecado y estamos inclinados de manera natural a adorar solo a Dios, sin ningún intermediario (...) la humanidad debe esforzarse en llevar una vida recta (...) Cuando una persona peca se aleja a sí misma de la misericordia de Dios (...) A través del Corán Dios nos pide continuamente que nos volvamos hacia Él, que nos arrepintamos y pidamos su perdón. Ese es el camino de la salvación”, señala el documento.
“En representación de toda la comunidad musulmana de la comunidad del campo de Níjar, expresamos nuestra más enérgica condena al terrorismo, condenamos estos actos terroristas”, concluye el manifiesto.
El texto incluye también referencias expresas al dolor de las víctimas de los atentados y a sus familias, así como a la defensa de la libertad de expresión y la convivencia pacífica.
Sin racismo
Preocupa a la comunidad islámica particularmente este último aspecto. Los manifestantes, que luego tuvieron la oportunidad de participar en una foro improvisado con turnos para la intervención individual en la plaza de la iglesia, en la Avenida de la Constitución, defienden su integración en Almería e insisten en la diferencia entre la religión y el terrorismo.
No quieren que el impacto de los ataques de Al Qaeda, ISIS o Boko Haram confundan a los ciudadanos, que vinculen esas agresiones con el ejercicio religioso. En este sentido, la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide) se ha mostrado tajante a través de las palabras de su presidente. Según Riay Tatary, los terroristas tienen “una ceguera conceptual” por su interpretación del Corán.
Minutos de silencio
Por otra parte, durante la jornada del lunes se celebraron actos de solidaridad con las familias de subinspector Jorge García Tudela y del policía Isidro Gabino Sanmartín Hernández, fallecidas en las inmediaciones de la embajada española de Kabul.
A las 12 horas se celebraron minutos de silencio en las sedes de los principales sedes de instituciones públicas en la provincia de Almería. Especialmente emotivo fue el recuerdo en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional. Los comisarios Adolfo Castaño y Pedro Giménez encabezaron un minuto de silencia en un patio abarrotado de agentes.
El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, lamentó la muerte de los dos policías nacionales y reivindicó el papel de los agentes que trabajan en misiones internacionales, expuestos al riesgo de atentados u otras agresiones.
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