Un coche se empotra contra el bar Los Sobrinos y destroza su interior

La propietaria del establecimiento estaba en el interior pero resultó ilesa, igual que los cuatro ocupantes del vehículo

Así quedó el interior del bar tras el impacto
Así quedó el interior del bar tras el impacto
Antonia Sánchez Villanueva
12:11 • 27 dic. 2015

La madrugada del pasado día de Nochebuena se quedará grabada en la historia particular del conocido bar almeriense Los Sobrinos, en el barrio de Pescadería.




A eso de las seis de la mañana, cuando la matriarca de la familia, María Mayor Paredes, se afanaba con los preparativos para las numerosas comidas que tenían comprometidas en un día tan señalado, un vehículo ocupado por cuatro jóvenes que circulaba en dirección a Bayyana se salió de la rotonda y se empotró contra el establecimiento.




Violento impacto
El choque fue tan violento que hizo saltar la persiana metálica, de manera que el morro del coche, un Ford Focus, entró en el local y se llevó por delante todo lo que encontró a su paso hasta la barra, donde habitualmente toman cañas y tapean los muchos clientes de este señero bar.




La propietaria, que habitualmente comienza su jornada a esa hora, no llegó a sufrir ningún daño personal. “Porque estaba en la cocina, si llega a estar fuera poniéndose un café imagínate”, señala su hija, María del Mar Jorge Mayor.
Eso sí, los daños provocados por el impacto en el negocio hostelero son cuantiosos. La puerta de acceso totalmente descerrajada, cristales rotos por todos sitios, la encimera de la barra destrozada, utensilios desparramados por el suelo... el aspecto que presentaba el local horas después del choque era impactante.  Nada quedó indemne en esa primera estancia del bar.




Abierto el comedor
Los Sobrinos tuvo que permanecer cerrado todo el día 24 y ya al siguiente, Día de Navidad, pudo atender a sus clientes abriendo la parte contigua del comedor, donde pudieron servir las comidas reservadas.




“Estamos funcionando con un apaño porque teníamos comidas reservadas ya de tiempo y no podíamos dejar de atenderlas”, subraya María del Mar. Los destrozos no están aún cuantificados, pero los propietarios lo describen muy gráficamente: “está el bar reventado”. “Tuberías, contadores... todo”.




Los ocupantes del vehículo, cuatro jóvenes vecinos de La Mojonera, resultaron ilesos y salieron por su propio pie del destrozado vehículo tras el impacto. El susto fue enorme, según relataba María del Mar Jorge, además del trastorno ocasionado en el negocio. “Pero lo más importante es que mi madre está bien, no ha sufrido ningún daño, lo demás se puede arreglar”, señaló a este periódico.





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