La LOMCE se caracteriza por dos hechos principales: el rechazo de toda la comunidad educativa hacia la misma y las polémicas reválidas que se han de realizar.
Esto se debe a que esta Ley, impulsada en solitario por el ex-ministro de Educación, no contó en ningún momento con la opinión de la comunidad educativa, algo que cabrea profundamente a padres, profesores y alumnos; además de no ser comprensible que un alumno finalice una etapa y, tras aprobar todas las materias, deba someterse a un examen en el que se le pondrá a prueba de todos los conocimientos adquiridos y su titulación dependa de la superación o no de dicho examen, sin que se valore el proceso del alumno durante la etapa educativa.
Otros aspectos controvertidos de la LOMCE son los itinerarios en 4º de ESO, dando a elegir al alumnado entre Enseñanzas Académicas o Enseñanzas Aplicadas. Para muchos, con esto se consigue segregar a los peores alumnos en una clase, además de que estos itinerarios llevan una oferta de optativas que, por culpa de los centros educativos, nunca se ofrecen al completo provocando que los alumnos no estudien lo que quieran.
La Formación Profesional también se ve afectada por la LOMCE, ya que ahora la FP Básica arranca en 3º de ESO, sustituyendo a los antiguos Programas de Cualificación Profesional (PCPI). Esto es una maniobra para apartar cuidadosamente al alumnado con necesidades y así mejorar los resultados de los informes PISA de la OCDE.
En cuanto al Bachillerato, esta Ley ha modificado su currículo al igual que ha sucedido en la ESO, cambiando así algunas materias, los contenidos de las mismas, y redistribuyendo el número de horas semanales que le corresponden a cada asignatura.
¿POR QUÉ SE QUEJAN Y MANIFIESTAN ENTONCES LOS ALUMNOS DE BACHILLERATO Y CUARTO DE ESO?
Principalmente por dos motivos, uno es la implantación este año de las reválidas (unos exámenes que se hacían durante la etapa franquista en España y que fueron eliminados por los malos resultados que obtenían los alumnos) y el segundo es porque a día de hoy aún no ha salido ninguna normativa que regule de qué se examinará el alumnado de ESO y Bachillerato este año en las reválidas ni cómo se evaluarán.
Esto en las aulas está generando un caos impresionante, ya que el profesorado de estos cursos no tiene ninguna guía para dar un temario porque se desconoce el contenido de las pruebas.
En otras palabras, los alumnos sabemos que a final de curso nos tenemos examinar, pero no sabemos de qué.
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