"Costó que se entendiera el cambio de día de salida del Amor"

Juan Enrique Ureña es hermano de la Hermandad del Amor. Siendo hermano mayor la Cofradía cambió su día de salida procesional, desde  Jueves Santo al actual, Martes Santo. Algo que costó entender y hoy recuerda.

¿Cuándo ingresaste en la Hermandad del Amor?
A principio de los años 80 del pasado siglo, después de la gran crisis que sufrió la Semana Santa almeriense, ingresé en la Hermandad del Amor y hasta la fecha.

¿Años difíciles para las cofradías almerienses?
Fueron unos años difíciles, sobre todo para aquellos jóvenes que estábamos ahí y que veíamos una Semana Santa distinta a la que había existido en Almería hasta esa fecha. No había dinero ni para comprar flores y había que sacarlas de donde fuera. Sacar una peseta nos costaba mucho trabajo.

¿De la casi desaparición de las cofradías hasta el actual esplendor?
A lo largo de estos años hemos visto como han ido creciendo las hermandades históricas, pero también la creación de nuevas. El resurgir de las nuevas hermandades y prehermandades que hay en Almería, en aquellos años era impensable.

¿Qué responsabilidades has desempeñado en tu Hermandad?
A los pocos años de ingresar en la Hermandad entré en la Junta Directiva. En el año 1983 desempeñó el cargo de 1º teniente de hermano mayor. A partir de 1985 fui durante siete años hermano mayor

¿Qué momentos importantes recuerdas?
Tengo dos momentos importantes en mi memoria. Uno, el cambio de Estatutos. Me tocó sufrirlos porque las nuevas normativas, con aquellas famosas cartas de los obispos del Sur de España. Fue un momento delicado porque suponía cambiar una serie de tradiciones que venían instituidas desde años anteriores. Otro momento, que lo pasé muy, muy mal fue el cambio de día de salida de la Cofradía del Amor. Estatutariamente, se recogía la salida el Jueves Santo  y se pasó al Martes Santo. Ese fue el momento más duro que yo pasé como cofrade del Amor.

¿Costó trabajo explicar ese importante cambio en el día de salida procesional del Amor?
Sí, mucho. Era muy difícil hacer entender a la gente que iba a ser algo distinto. Había mucho miedo. 

¿Cómo surgió la idea del cambio de día?
Fue una propuesta de don Francisco López Moya, entonces párroco de la iglesia parroquial de San Sebastián, nuestra sede canónica. Nosotros recogimos la propuesta, con extrañeza. Nos dio sus razones que yo, evidentemente, no estaba de acuerdo con ello, pero yo no era quien para cambiar algo de esas características. 

¿Cúales fueron los siguientes pasos?
En la conversación, le dije que yo no podía tomar esa decisión. Quién tiene potestad para poder hacerlo es la Asamblea General. En un Cabildo General se presenta y que sean los hermanos los que decidan si se lleva a cabo el cambio.     

Su argumento, ¿cuál fue para sugerir el cambio?
El argumento sólido que me decía el párroco era que el Jueves Santo, esta parroquia de San Sebastián tiene una gran afluencia de fieles que asiste a los oficios y Triduo Sacro. Es cierto que los pasos restaban espacio a los numerosos feligreses. También es cierto que en los años anteriores también se hacían y no pasaba absolutamente nada. Pero bueno, esa fue la razón más sólida.

¿Y su respuesta?
Le dije que yo sería el primero en exponer la propuesta a la Asamblea, pero “yo quiero que sea usted  quien exponga a los hermanos las razones del porqué hay que cambiar de día”, le expresé a don Francisco.  

Hoy, se ve con normalidad vuestra Estación de Penitencia el Martes Santo
Sí, pero han tenido que pasar muchos años. Entonces, lo pasé muy mal porque tenía que soportar críticas por todos sitios, no sólo de los cofrades del Amor, sino de otras cofradías. No entendían ese cambio. Me tuve que callar muchas cosas que entonces no pude decir. No quería polémicas y de hecho, lo que pretendía en ese momento era que la gente se diera cuenta que este cambio podía ser un acicate más de cara a la Semana Santa. No quería romper tradiciones aunque no se saliera el Jueves Santo.     

¿Costó que los hermanos lo entendieran?
Costó mucho, pero creo se ha ganado con el cambio. Esa Asamblea General, como se recoge en acta, tuve que llevarla a la Agrupación de Cofradías para que todo el mundo supiera cuáles eran las razones del cambio. La Agrupación vio con muy buenos ojos el cambio. 

Hoy, el Martes Santo está vinculado al Cristo del Amor
Es verdad. Hasta hace unos años, en todos los medios de comunicación decíais ‘Martes del Perdón y del Amor’. Ese era el titular y sigue siéndolo. Al incorporarse Coronación se ha ganado aún más. Somos tres hermandades con el mismo sentir, pero con concepciones distintas de Hermandad, así como de la Cofradía en la calle.