La Catedral se convierte el Miércoles Santo en el corazón de la diócesis

La tarde noche del Martes Santo se volvió a poner de manifiesto que Almería vive uno de los días grandes de su Semana Santa, junto con el Miércoles Santo, donde la Catedral de la Encarnación se convierte en el corazón de la diócesis de San Indalecio, con la Misa Crismal, que preside el obispo, Adolfo González Montes, con asistencia de todo el clero diocesano y numerosos fieles que llenan el templo catedralicio y por la tarde, con la salida de las hermandades señeras de Almería, Prendimiento, con sus titulares, Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, el Señor Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced; y la Cofradía Universitaria de Estudiantes, que como titulares tiene a Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto y María Santísima del Amor y de la Esperanza.  

Si el Martes Santo se llenaron las calles con los cortejos procesionales de Coronación, desde el barrio almeriense de Los Molinos; Amor, en el centro; y Perdón, desde el barrio de la Plaza de Toros; el Miércoles los almerienses y visitantes vuelven a llenar las calles en todo el Centro Histórico de la ciudad, al unirse este año la Cofradía de Calvario, que desde el barrio de Pescadería hace Estación de Penitencia a la Catedral de la Encarnación y carrera oficial por el Paseo de Almería.

En el interior del templo catedralicio, fueron numerosos los ciudadanos que decidieron visitar la mañana de ayer los pasos que procesionaron por la noche; una de las pocas ocasiones que hay para poder contemplar la inigualable belleza de los cinco titulares y juntos, en el trascoro de la Catedral.

Ya por la tarde, el presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Amat, tuvo ocasión de felicitar al hermano mayor de la Hermandad del Amor, Juan Antonio García, por la bellísima estación de penitencia que realizaron la tarde noche del Martes Santo. 

El reencuentro entre dos grandes amigos, el profesor de la UAL, Juan Rafael Muñoz; y la almeriense, residente en Murcia, Araceli Martínez, fue la ocasión de rememorar los muchos años que lucharon para sacar adelante la refundación de la Real e Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro de Almería. Fueron sus refundadores en el año 1978. Por su parte Juan Rafael Muñoz fue también hermano mayor del Amor.