La Virgen del Consuelo brilla entre el Silencio

Cuando el reloj marcaba las 9,05 horas (me pregunto el porqué de esos cinco minutos) de la noche del Jueves Santo, se abrió el portón de la iglesia parroquial de San Agustín (conocida aún como ‘los Franciscanos’) para que por él saliera la procesión de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Redención en su Sagrado Descendimiento y María Santísima del Consuelo, conocida popularmente como Cofradía del Silencio.

Es de las pocas que aún conserva el horario del siglo XX. Hace una década, las Cofradías de Almería fueron abandonando poco a poco los tardíos horarios de salida sevillanos y se ‘almeriensizaron’. La ‘madrugá’ es para Sevilla, no para Almería. Aquí gusta ver las procesiones con luz del día y no transnochar en exceso. Que luego hay que madrugar.

Pese a ello, la Cofradía del Silencio sale  siendo noche cerrada, cuando están en las calles de Almería las procesiones del Rosario del Mar (desde las 17 horas) Encuentro (18.45 horas) y Angustias (19 horas). A pesar de su belleza, los pasos lucen más con la luz del sol que con la de la luna, por muy llena que esté, como mandan los cánones de la Semana Santa. Que por eso se celebra en fecha variable, para hacerla coincidir con la primera gran luna de la primavera.

El carácter de luto de la Cofradía hace que todo resulte muy silencioso. Ya sí, lleva música, cosa que no sucedía antaño. La Capilla Musical ‘Sacra Redemptio’ acompaña el majestuoso paso del Descendimiento; mientras que la entrañable y bella Virgen del Consuelo procesiona a los sones de la Asociación Musical ‘La Mezquita’ de Alboloduy, que madura y mejora su actividad cada año.