La satisfacción de poder hacer una pieza de barro con sus manos es lo que han vivido niños y mayores en los talleres que ha acogido durante estos días la 26º Feria Internacional de Alfarería ‘Alfaralmería’, que hoy ha llegado a su fin dentro de la Feria de Almería. Dos talleres infantiles, uno dedicado a niños con otras necesidades en los que han participado varios pequeños con autismo, y la Experiencia Rakú han conformado el programa de clases prácticas, impartidas por el ceramista Antonio Flores. “Queremos que conozcan y hagan una actividad artesanal tan bonita como es la alfarería, que toquen el barro y jueguen con él”, afirma el artesano.
Numerosas familias se han acercado para participar en las actividades en la Rambla, que a su vez, les ha permitido llevarse una pieza de cerámica realizada con sus manos a su casa.
Los adultos, a su vez, han conocido la ‘Experiencia Raku’, también dirigida por Antonio Flores. Es una modalidad que emplea una técnica tradicional oriental en la elaboración, con el uso del fuego, vinculada en gran parte la filosofía y la estética zen, y en especial a la ceremonia del té. Requiere un ceremonial y se juega con el contraste de las temperaturas. Muchos almerienses y turistas se han acercado a este taller y sorprendido por la belleza estética de la actividad. “Primero esmaltamos el cuenco, se calienta, y luego va a más temperatura, y el resultado es una transformación de los colores de la arcilla”, explica el alfarero.
Talleres para seguir manteniendo un oficio tradicional y que merece seguir dándolo a conocer, como se hace año a año en la Feria de Almería.
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