Hartos de años de acumulación de suciedad, la Asociación de Vecinos de Las Colinas inició el miércoles una completa campaña para llamar la atención sobre lo que consideran auténticos focos de enfermedad. Basura, escombros, pulgas, culebras y, sobre todo, heces caninas, son objetivo de una ingeniosa iniciativa que busca concienciar a los vecinos y reclamar al Ayuntamiento una mayor atención.
“Nuestro contacto continuo con el Equipo de Gobierno está consiguiendo que se soluciones problemas graves de la barriada, y sin embargo, lo más básico, la limpieza y cuidado, no se llega a resolver”, expresa sorprendido el presidente del colectivo, Juan Carlos Oyonarte.
Se refiere, por ejemplo, a la solicitud de sustitución de los contenedores. “De los 36 que hay en Las Colinas, 32 de ellos están estropeados, rajados y sin tapaderas. Los fluidos se derraman con el calor y los gatos desperdigan la basura alrededor. El barrendero que viene a diario no da abasto para limpiar eso”, explica,”y todos los meses se nos asegura que ese mes se van a cambiar los contenedores”.
Participación Para ilustrar la necesidad, los propios niños del barrio escenificaron la necesidad de más contenedores de reciclaje. “Podríamos ser un ejemplo de barrio sostenible”, subrayó Oyonarte en la presentación de la campaña.
En todos los espacios que se han marcado como insalubres, los vecinos voluntarios van a colocar a lo largo del mes de agosto carteles de aviso-denuncia. Además de en los contenedores, se ubicarán en parcelas con “césped que se ha perdido por no regarlo y tiene pulgas, en matas de la periferia donde habitan pulgas, garrapatas y culebras y en parcelas con escombros sin recoger desde 2006.
Pero lo más significativo será la colocación de carteles con números sobre las heces caninas, un problema grave en una barriada que cuenta con innumerables parcelas sin transformar donde se acumulan los excrementos “ya fosilizados unos sobre otros”. La asociación distinguirá entre parcelas en las que la lucha por las competencias municipales y autonómicas “deja la casa sin barrer”, las pequeñas parcelas con centenares de heces, “que son el caso más habitual”, y las grandes con “miles de heces”. “No se trata de ir contra el ayuntamiento sino también de concienciar a los propios vecinos, dueños de mascotas o no, para conseguir solucionar esta situación de abandono en la que nos encontramos desde 2006”, concluyó el presidente del colectivo.
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