Un problema grave de accesibilidad

En pleno centro de Roquetas, un grupo de vecinos se ha puesto como objetivo acabar con los problemas de accesibilidad del barrio. Se trata de la asociación que busca agrupar a los residentes en las zonas Aduana, Los Bajos y Puerto, un colectivo cuyo presidente, Luis Cisneros, quiere revitalizar para que las reivindicaciones de los vecinos puedan llegar a solucionarse

“Hace falta que se integre la gente joven en la asociación”, invita el también artista. La pasada primavera, junto a otros compañeros, Cisneros fue recibido por la teniente alcalde del municipio, Eloísa Cabrera, “pero no se ha dado solución a ninguno de los problemas que planteamos entonces”.

Entre ellos destacan las dificultades de accesibilidad en calles tan importantes como la propia avenida Aduana. No hace falta más que pasar por el lugar para descubrir los dos tramos de escaleras que la parte más cercana a ala Avenida de Roquetas obliga a los peatones, incluidas familias con carritos infantiles, y también a las personas mayores, a caminar por la calzada.

Pero no sólo lo más evidente es obstáculo para los viandantes. Unos metros más lejos, las aceras sin rebajar son temidas por los residentes de mayor edad del barrio. De hecho, en una de ellas se alza sobre la calzada hasta el doble de lo permitido. “No es que no se haya rebajado ante el paso de peatones, es que encima es dos veces más alto y, por ejemplo, mi mujer no se atreve a pasar por aquí”, señala Luis Cisneros.

Ferias
Pasear por la zona es así un problema para muchos de los vecinos. Además, existen deficiencias “que claman al cielo”. Por ejemplo, en la puera del supermercado Mercadona, a una manzana de la avenida Aduana, “no hay paso de peatones así que todos los que van a comprar cruzan la calle a la entrada y a la salida por en medio de la calle, lo que es sin duda un peligro dada la velocidad de los vehículos”, critica.

En el documento entregado a Cabrera, también se solicitaban otras medidas. “La que más peticiones tiene de quienes se dirigen a la asociación es la eliminación de los ruidos de las ferias”. De hecho, en unos días, la zona vivirá de nuevo la ubicación de las atracciones infantiles en las Fiestas del Rosario, y de nuevo los molestos ruidos. “Creemos que tiene que haber un sitio mejor”, dice Luis.

También se celebran en el mismo descampado, los aparcamientos frente a la Plaza de Toros, los mercadillos Soho los primeros domingos de mes. 

En cuanto a la salubridad, el colectivo ha solicitado que se rehaga la red de alcantarillado “que no funciona bien, está ya obsoleta”. De la misma manera, se pide que se organicen los aparcamientos en aquellas calles en las que se considere que son más neesarios, así comoo que se controle la velocidad del tráfico, de bolas de arrastre y de ruidos. “En este barrio hay vehículos que se encuentran abandonados durante meses y nadie los retira”, incide.

Por su parte, se pide que se realice una vigilancia de los perros y las heces caninas, “con la realización de un censto de perros y control de sus residuos, principalmente en las riberas de la Ramblas del Cañuelo”. También que se vigile la circulación de bicicletas en las horas punta por als aceras y que se sitúan más contenedores de reciclaje.