“La actuación sobre El Parador será una operación quirúrgica completa”

Como decano del Colegio de Arquitectos de Almería, colabora por tercera vez en dos años en la celebración de un concurso de ideas arquitectónicas en el municipio, en este caso, para regenerar todo un barrio.

Primero fue un espacio libre (Los Bajos), después un edificio (el Mercado) y ahora la regeneración de todo un barrio. ¿Es el concurso de ideas la mejor fórmula para abordarlo? 

Sí. Nos parece muy valiente y acertado que de nuevo se opte por hacer un concurso. Y agradecemos que el Ayuntamiento de Roquetas cuente con el Colegio de Arquitectos una vez más para elaborar las bases y juzgar los trabajos. Se trata de la actuación más compleja y ambiciosa de las tres y un concurso permite enriquecerla, afinarla.

¿En qué sentido?

Al haberse optado por celebrar dos fases, tras la primera de ellas, los proyectos presentados permitirán seguro hacer un diagnóstico más detallado y quizá se vea necesario replantear algunas de las condiciones técnicas del concurso. Ocurrió con el parque de Los Bajos, donde, una vez vistas las ideas, nos dimos cuenta de que no tenía sentido mantener el campo de fútbol, sino que más bien entorpecía la continuidad del espacio; así que a los cinco proyectos finalistas les pedimos un parque sin campo y el resultado fue mucho mejor. En El Parador ocurrirá lo mismo.

¿Resulta difícil entonces, incluso para el Colegio, imaginar hasta qué punto este concurso puede cambiar el barrio?

Lo que sí está claro es que se trata de una operación quirúrgica completa, es una actuación con bisturí que quiere recuperar la calle para los vecinos. Toca todos los ámbitos  y por tanto supone un reto; se trata de un proyecto apasionante.

¿Cuáles son esos ámbitos?

Es un concurso de un proyecto urbanístico, sobre una trama urbana, que necesita una integración de sus zonas verdes, se incluye la actualización de los servicios y la ubicación de un recinto ferial en la Rambla; y, además, se trata de un barrio con un importante patrimonio, como barrio de colonización, que hace falta poner en valor. Pero lo más importante es que se trata de un espacio que se ha convertido en un núcleo de tránsito que ha hecho perder calidad de vida a los vecinos, y es lo que se quiere recuperar.

¿A qué se refiere?

El Parador es en estos momentos la entrada al municipio, su rotonda de acceso cuenta con una gran cantidad de tránsito de tráfico y, como nudo de comunicaciones, condiciona la vida de los vecinos. Por ello es un barrio en que se pasea poco. El concurso quiere poner en orden estas cuestiones y recuperar el barrio para sus residentes. 

¿Cree que la convocatoria tendrá el mismo éxito que las dos anteriores?

Estoy convencido de que así será. Por un lado, porque el Ayuntamiento de Roquetas ya es conocido a nivel nacional por la seriedad de sus concursos, que hacen que sea un reclamo para los arquitectos y estudios, que han visto además que los proyectos acaban construyéndose, en un momento difícil para la profesión. 

Pero al ser el más difícil, ¿no cree que puede hacer que muchos desistan?

Al contrario, esta complejidad es la que hace que sea un reto, y eso es algo que seguro que atrae a muchos profesionales y que las ideas tendrán un gran nivel, como ocurrió en los casos anteriores. La complejidad es también la razón de que se haya optado por dos fases. 

¿Qué ventaja tiene esta modalidad?

Como ya he dicho antes, para nosotros tiene la ventaja de que permite detectar algunos detalles nuevos tras la primera fase. Para los profesionales, facilita el trabajo ya que se trata de presentar primero unas ideas plasmadas en poco espacio y sin necesidad de dedicar mucho esfuerzo de tiempo y económico y, sólo si resultan finalistas, deberán redactar un proyecto más completo.