El líder del PSOE, Pedro Sánchez, buscará hoy jueves que el PNV, clave para que prospere la moción de censura que promueve contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tome conciencia del coste político de seguir manteniendo en La Moncloa al presidente de un partido “corrupto” como acredita la sentencia del ‘caso Gürtel’.
Sánchez preparó ayer por la tarde en la sede del partido en Ferraz su intervención con algunos de sus colaboradores más próximos, entre ellos el secretario de Organización, José Luis Ábalos, quien abrirá el jueves el debate presentando la moción ante el Pleno del Congreso y la portavoz parlamentaria, Margarita Robles, que intervendrá en el turno reservado a los grupos para que fijen posición.
Desde su entorno avanzan que la intervención de Sánchez será “honesta”, “directa” y se centrará en pedir el apoyo a los grupos sin contrapartidas. El candidato a sustituir a Rajoy se abrirá a pactar con los partidos la convocatoria de las próximas generales, que quiere adelantar porque rechaza la idea de mantenerse hasta 2020, pero no podrá ofrecer una fecha concreta, más allá de un horizonte electoral.
Sin fecha
En la dirección del PSOE argumentan que la convocatoria electoral es una decisión que ha de tomarse teniendo en cuenta la situación del país, por eso Sánchez insiste en que, antes de convocar elecciones, es preciso conseguir una cierta estabilidad institucional. “Moción censura, estabilidad y elecciones”, es la hoja de ruta que el líder socialista ha fijado.
El PSOE es consciente de que se va a prestar especial atención a las referencias que haga Sánchez a la crisis en Cataluña, cuando el éxito de la moción depende también de que ERC y el PDeCat la apoyen. Hace tan sólo unas semanas, Sánchez sorprendía con la dureza mostrada hacia el presidente de la Generalitat, Quim Torra, a quien llamó “racista” y “supremacista”, equiparándolo con el “Le Pen español”.
Pedro Sánchez sigue pensando lo mismo, por lo que su entorno asegura que, en este punto, no va a haber ninguna rectificación ni se van a hacer concesiones a los independentistas a cambio de su apoyo. El candidato se ratificará en las posiciones que viene manteniendo en la crisis catalana: defensa de la Constitución y de una salida política al conflicto.
El PSOE es plenamente consciente de la dificultad de sacar adelante la moción. El propio Sánchez lo reconocía ante los suyos en la reunión este pasado lunes del Comité Federal del partido que avaló su decisión de presentar la moción. “Es complicado por la aritmética conservadora del Congreso, pero siempre habrá merecido la pena”, les dijo en el encuentro a puerta cerrada en la madrileña sede de la calle Ferraz.
Sintonía
En el partido hay total sintonía con respecto a que al PSOE no le quedaba otra alternativa, tras la sentencia de la Gürtel, que presentar una moción de censura, aunque sí hay divergencias sobre la manera de ponerla en marcha, pues hay quien defiende que deberían haberse negociado los apoyos de manera previa a su registro en el Congreso.
Pero los socialistas sostienen que, prospere o no la moción, Sánchez ya habrá ganado, pues la iniciativa le habrá brindado la oportunidad de proyectarse como alternativa de Gobierno desde un altavoz como el que representa el Congreso, donde se hace y se escenifica la política. Un escenario del que Pedro Sánchez está ausente desde que renunció a su escaño en octubre de 2016 para no tener que votar la investidura de Mariano Rajoy Brey.
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