ERC advierte al PSOE que anunciar avances “que no son verdad” alejan el acuerdo

La portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, advertía este martes al PSOE de que anunciar avances “que no son verdad, chantajear y meter presión” aleja el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez.

En declaraciones a los periodistas, dejaba claro que en el seno republicano no han gustado las palabras del secretario de Organización y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, mostrándose “convencido” de que los republicanos han renunciado a la vía unilateral para conseguir su objetivo de una Cataluña independiente.

Vilalta asegura que eso no se ha abordado en ninguna de las negociaciones, como tampoco un eventual acuerdo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y recordaba que no están abordando “una negociación tradicional de investidura, sino un cambio político para solucionar” el conflicto en Cataluña.

Vilalta aseguraba que, si se han sentado a negociar con el PSOE, es porque “apuestan por la vía del dialogo, de lo acordado”, pero subrayaba que siguen teniendo como objetivo la consecución de la república catalana y que no descartan ninguna vía para conseguirlo.

Asimismo, insistía que “otros no pueden hablar por ERC” en referencia a Ábalos y recordaba que por ERC han hablado sus militantes que han avalado mediante una consulta la negociación y que se mantengan en el ‘no’ a Sánchez si no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación.

Negociación 

De hecho, la última reunión entre ambas partes tuvo lugar el pasado martes en Barcelona, y en aquel encuentro los republicanos hicieron su propuesta de cómo debía de ser esa mesa de negociación: entre gobiernos de igual a igual; en la que se pudiera hablar de todo; con un calendario que fijara el principio, la periodicidad y el final; y con unas garantías de cumplimiento de los acuerdos.

En ese encuentro las partes encallaron en el instrumento de negociación, ya que los socialistas apostaban por la Comisión Bilateral recogida en el Estatut y los republicanos consideraban que ese mecanismo es “demasiado encorsetado” para poder abordar sus demandas.