Cuando todo lo que creíamos seguro en nuestro día a día se ha visto golpeado por una realidad hasta ahora desconocida para nosotros como ha sido la crisis sanitaria mundial, una pandemia sin precedentes que ha hecho que la vida de todos haya tenido que adaptarse a la nueva realidad, ha quedado patente que hay personas y trabajos que no sólo son esenciales, son imprescindibles para todos nosotros como es el caso de la agricultura junto a los hombres y mujeres que ha facilitado que esos productos de primera necesidad sigan llegando a nuestras mesas.
El sector primario nijareño con casi 6.000 hectáreas en producción no ha parado y no parará como tampoco lo ha hecho la industria auxiliar, ni los centros de manipulado, porque sus productos agrícolas, de calidad y fiabilidad demostrada, deben seguir llegando a las mesas no sólo de toda España, también de toda Europa. En estos tiempos convulsos estos trabajadores incansables han demostrado su total implicación y responsabilidad, como mejor saben hacerlo, trabajando, sacando su producción adelante, facilitando que en plena crisis esos productos básicos para la alimentación siguiesen llegando a los mercados, a pesar de la incertidumbre en la que todos estábamos, ellos han sabido lo que tenían que hacer en cada momento.
Todo ello pese a que las adversidades han sido muchas en los últimos tiempos, como una Dana y una Gloria que fue especialmente virulenta en nuestra tierra, que supuso importantes pérdidas económicas en infraestructuras, en producción y en esa economía familiar en la que se basa nuestra agricultura. Recordar que este sector es primordial para Níjar ya que un 70 por ciento de la población depende de forma directa o indirecta de él.
Y es que la agricultura no es algo estático, en cambio está en constante evolución, se ha adaptado, ha incorporado cultivos de última generación, avanzada tecnológicamente, pero sobre todo sigue manteniendo su carácter de explotación de tipo familiar con una media de 3 hectáreas por unidad. Si bien es cierto que han llegado algunas grandes empresas, predominantemente sigue siendo un sistema de producción que nada tiene que ver con macro explotaciones, sino que el agricultor está presente en el proceso de cultivo y trabaja directamente en su tierra.
Es evidente que la experiencia del sector agrícola tanto en la manipulación y distribución de sus productos, unido a las nuevas infraestructuras en construcción como el Ave y el Puerto Seco constituyen una oportunidad económica innegable, no sólo para Níjar también para toda la provincia. Competitividad de los productos y una mejora en la distribución son sólo algunos de los beneficios para el conjunto de la sociedad de estas obras que posicionaran la provincia en el lugar que se merece. De hecho y ante la importancia para el municipio del Puerto Seco, el Ayuntamiento de Níjar ha aprobado en pleno la puesta en marcha del último tramo administrativo para poder iniciar las actuaciones en la zona logística de Níjar. Así, se da traslado a la Junta de Andalucía de toda la documentación y proyectos redactados para poner en marcha el procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica Ordinaria de las infraestructuras comunes al área de reparto en la que se incluye El Puerto Seco.
No hay duda de la esencialidad de la agricultura con o sin crisis sanitaria, pero hay que destacar que todos los sectores tienen su peso específico y que son muchas las familias cuya economía dependen de su trabajo. Es por ello que desde el primer momento el Ayuntamiento de Níjar adoptó una serie de medidas extraordinarias y urgentes, dentro de sus competencias, para mitigar los efectos negativos de la Covid. Entre ellas, se modificaron los periodos de cobranza de diferentes impuestos municipales, se suspendieron los plazos tributarios o se realizó la devolución de oficio del importe de tasas para utilización privativa y especial del dominio público local. Esta medida se ha extendido al ejercicio 2021 con una cuota de cero euros por la ocupación de mesas y sillas para esas terrazas de los negocios de ocio, hostelería o comercio.
Además, y pensando en aquellos que sí tuvieron que echar la persiana por no ser considerados como “esenciales” el Ayuntamiento nijareño ha convocado la concesión de subvenciones dirigidas al mantenimiento de la actividad comercial y del sector de la hostelería y restauración afectadas por el cierre forzoso durante el estado de alarma con un presupuesto global de 200 mil euros. En esta convocatoria podrán ser beneficiarios de esta subvención las personas trabajadoras autónomas y las pequeñas y medianas empresas, legalmente constituidas, cualquiera que sea su forma jurídica, que ejerzan una actividad económica en el término municipal, en un local o establecimiento específico, permanente y abierto al público, que se haya visto afectado por el cierre forzoso del mismo por aplicación de las medidas de suspensión de apertura al público o de suspensión de la actividad. Los criterios que se siguen para delimitar los perfiles de los comercios, empresas o autónomos que pueden acogerse a estas ayudas son los establecidos por la Orden de la Consejería de Salud y Familias de 8 de noviembre de 2020.
En definitiva, que para que nuestra sociedad funcione como un engranaje perfecto todas y cada una de las piezas son fundamentales para seguir adelante y que desde luego merecen que desde las administraciones públicas se les valore.
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