Europa Press
20:09 • 07 mar. 2022
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actualizado a las 20:17 • 07 mar. 2022
El Rey emérito Juan Carlos I ha optado finalmente por permanecer en Emiratos Árabes Unidos (EAU), a donde se trasladó en agosto de 2020, aunque ha trasladado al Rey Felipe VI su voluntad de viajar con frecuencia a España para visitar a familiares y amigos ahora que la Fiscalía General del Estado ha cerrado las investigaciones abiertas en su contra.
Así se lo ha hecho saber a su hijo en una misiva, fechada el 5 de marzo, tres días después de que la Fiscalía hiciera pública su decisión ya esperada, y que Zarzuela ha hecho pública por expreso deseo suyo para que los españoles pudieran conocer su decisión.
Después de meses de especulaciones sobre cuándo y dónde se instalaría el que fuera Rey durante casi cuatro décadas a su regreso a España, Don Juan Carlos ha decidido que lo mejor para él, y por añadidura para su hijo, es permanecer en Abu Dabi, donde tiene ahora su residencia, aunque no cierra la puerta a un retorno definitivo.
Pese a que ve "oportuno", dada la decisión de la Fiscalía, considerar su regreso a España, "aunque no de forma inmediata", Don Juan Carlos explica a Felipe VI que ha tomado la decisión, "por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, de continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida".
No obstante, aclara que, "como es natural", tiene la intención de viajar "con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos". Cuando esto ocurra, "tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible", precisa.
Con ello, el Rey emérito parece zanjar también el debate suscitado sobre cuál sería su residencia en caso de un regreso a España, toda vez que desde su entorno se había hecho saber que su deseo era instalarse en Zarzuela, pero ponía en una situación delicada a su hijo, que reside justo al lado y que en este tiempo ha tratado en todo lo posible de marcar distancias con su padre.
Lamenta sus actos pasados
Don Juan Carlos es consciente de cómo sus actuaciones han afectado a Don Felipe y por añadidura a la Corona. Así, recuerda a su hijo que si se marchó en agosto de 2020 fue "guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a España y a todos los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey".
Por otra parte, el antiguo monarca dice ser "consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente", en una clara alusión, entre otros, a los hechos que llevaron a abrir las tres diligencias separadas por parte de la Fiscalía.
En este punto, no obstante, Don Juan Carlos también aprovecha para sacar pecho de su papel en la historia de España y que tantos elogios le ha granjeado en las últimas décadas, tanto dentro como fuera del país. Así, asegura sentir "un legítimo orgullo por mi contribución a la convivencia democrática y a las libertades en España, fruto del esfuerzo y sacrificio colectivo de todos los españoles".
Por otra parte, el Rey emérito, de 84 años, expresa su deseo de "culminar etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido" y manteniéndose apartado de la vida pública, después de que en 2019 dejara de participar en actos públicos.
Don Juan Carlos termina su carta pidiendo a Don Felipe que la haga pública, si así lo considera --como ha ocurrido-- "para conocimiento de todos los españoles" y se despide con un mensaje dirigido expresamente al actual monarca: "Con mi lealtad, cariño y el orgullo inmenso que siento por ti".
Don Felipe respeta la decisión
Felipe VI, por su parte, "respeta y comprende la voluntad" manifestada por su padre en la misiva, según ha precisado Casa Real en su comunicado, dando así por buena la decisión tomada por el Rey emérito.
En estos más de dos años, Don Felipe se ha referido en contadas ocasiones a la situación de su padre, a cuya posible herencia ya renunció en marzo de 2020 tras saltar a la luz su relación con la Fundación Lucum y con la Fundación Zagatka y antes de que la Fiscalía abriera la primera investigación en su contra en junio de ese año.
En total, finalmente serían tres las diligencias abiertas, ahora archivadas, por el supuesto cobro de comisiones por el Rey emérito por la concesión del AVE a La Meca a empresas españolas, por el uso por parte de Don Juan Carlos y otros familiares de tarjetas ´black´ sufragadas por un empresario mexicano y por la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a su nombre en la isla de Jersey, un paraíso fiscal.
En este tiempo, el Rey ha reivindicado su apuesta por la transparencia desde su llegada al trono. Así, en su mensaje navideño de 2020 sostuvo que los principios éticos y morales "nos obligan a todos sin excepciones" y "están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares", en aparente alusión a los problemas de su progenitor con la justicia.
Y en su último mensaje también hizo una mención velada. Las instituciones, dijo Don Felipe, incluyendo entre ellas a la Casa Real, deben asumir las obligaciones que les han sido encomendadas, "respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral".
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