Cuando Domee Shi recogió en 2019 el Oscar a mejor cortometraje de animación por 'Bao' se lo dedicó a "todas las chicas frikis que se esconden detrás de su bloc de dibujo". Hasta ese momento la realizadora era la primera mujer en dirigir un corto en la historia de Pixar. Años antes, Brenda Chapman compartió galardón con Mark Andrews, ambos codirectores de 'Indomable', película que también obtuvo el gran premio de la Academia Americana, según el medio Cadena Ser.
Once es el número de estatuillas que colecciona el gran estudio de animación que ha cosechado numerosos éxitos desde finales de los 90. A partir del lanzamiento de 'Toy Story' en 1995, el primer largometraje animado en ordenador de toda la historia del cine, Pixar no ha dejado de crecer en la industria gracias a películas como 'Wall-E', 'Up' o 'Inside Out', hallazgos de la productora. Todos estos proyectos han sido producidos y realizados en su inmensa mayoría por hombres, quienes han tenido mayor acceso a las escuelas de animación y por consiguiente, al propio estudio.
"Creo que [la animación], como todas las industrias, ha estado dominada por los hombres durante mucho tiempo", afirma Domee Shi durante un encuentro con la Cadena SER en Madrid. "Pero es emocionante ver ahora a todas estas mujeres cineastas que están empezando a hacer películas muy guays. Honestamente, creo que internet es la mayor influencia para ver este cambio en el dominio masculino. Creo que ahora en las escuelas de animación hay una mayoría de inscripciones de mujeres. El acceso que yo tuve a la animación fue a través de internet. Ir a Youtube, a foros de arte, descubrir artistas japoneses de manga, animadores…", matiza. "En el pasado estaba limitado a los hombres, pero ahora con internet está disponible para todo el mundo", añade Lindsey Collins, la productora. En 2022 Domee Shi se convierte en la primera mujer en dirigir -sin acompañamiento de un hombre- un largometraje de Pixar: 'Red'. Un equipo de trabajo donde los principales puestos de poder están liderados por mujeres: dirección (Domee Shi), guion (Shi y Julia Cho) y producción (Lindsey Collins).
En 'Bao' la directora chino-canadiense ya esbozaba ligeramente las temáticas que le interesan y que, de alguna forma, ahora están presentes en 'Red': la cultura china y la maternidad. La protagonista de esta historia es Mei Lee, una adolescente de trece años, de origen chino y criada en Toronto que experimenta un momento de profundos cambios físicos y emocionales: la menstruación, el sentimiento de atracción hacia los chicos, el descubrimiento de una identidad a través de los intereses que comparte con sus amigas o los distintos enfrentamientos que tiene la adolescente con su madre, una mujer tradicional y rígida que busca tener el control sobre todo lo que concierte a su hija. "Las relaciones con nuestras madres son las primeras relaciones supercercanas que tenemos con alguien en nuestra vida desde que nacemos", explica la directora. "Son instantáneas. Creo que con 'Bao' pude explorar un poco esa relación de forma más superficial desde el punto de vista de la madre", apunta.
Hasta aquí todo se ajusta a las vivencias propias de la pubertad salvo una cuestión: Mei tiene el superpoder, si se le puede llamar así, de convertirse en un panda rojo gigante, la peculiar maldición que afecta a todas las mujeres de su familia desde hace décadas. Una de las principales virtudes de la directora es saber conjugar a la perfección los aspectos culturales con temáticas universales que atañen a cualquier chica adolescente. "Naturalmente sale de mi propio estilo y estética. Quería explorar este aspecto de mi propia vida, porque soy tanto china como canadiense, así que mis influencias son orientales y occidentales en ese sentido. Nunca lo he sentido como una decisión, esta es como la forma predeterminada en la que yo expreso las cosas", expone Shi.
Incluso los varones más jóvenes son acogidos en esta película. A pesar de estar dirigida a un público muy concreto y que el target mayoritario sea el femenino, Lindsey Collins afirma que los niños también pueden adentrarse en un universo totalmente novedoso donde conocer la realidad de sus compañeras y aprender de ellas. "Creo que es divertido que los chicos tengan una especie de ventana en esta época tan específica en la vida de las chicas. No es una algo que se les abra muy a menudo", confiesa. Un mundo con el que no están familiarizados y que, durante la pubertad, les resulta incluso marciano. Precisamente esta falta de conocimiento es lo que hace que Shi incluya en su película sin tapujos ni eufemismos la llegada de la primera regla a la vida de las mujeres, un acontecimiento que vive la mitad de la población y que, sin embargo, ha tenido poca -o nula- cabida en la animación. La directora se sorprendió al ver lo dispuestos que se mostraron desde Pixar para hablar de este tema: "Fue la primera escena que aprobaron y que empezamos a animar porque a todo el mundo le encantaba. Es un sentimiento muy colectivo y que genera mucha empatía por Mai en el público", nos cuenta.
En 'Red' esto no es todo. La adolescencia no es solo el florecimiento de una sexualidad primeriza, nerviosa e incomprensible, también es el lugar donde todas nosotras nos hemos refugiado, un momento en el que emergen nuevas amistades y donde se forjan nuevos lazos gracias a los intereses compartidos. Toda generación ha tenido su momento grupi, sus boy bands de referencia. En los 60 fueron los Beatles y para la generación Z fue One Direction. Ahora también asistimos a una eclosión de grupos musicales que mueven masas (en concreto el fenómeno K-pop con BTS o Blackpink), que generan comunidades, y a través de las cuales los adolescentes pueden construir su propia identidad. "Nuestros gustos nos definen enormemente. En mi caso no fueron las boy bands, sino el anime", desvela Shi. "¡Era la vicepresidenta del club de anime en el colegio! Lo llevábamos mis amigos y yo y así fue cómo nos conectamos los unos con los otros y solíamos dibujarnos fan-art. Compartir intereses con alguien es la manera de crear relaciones cercanas", concluye.
Del anime, como menciona la cineasta, bebe mucho esta película, que visualmente recuerda a alguna de las obras más aclamadas de Akira Toriyama, como 'Doctor Slump' o 'Bola de dragón'. 'Red' se posiciona como una de las apuestas más transgresoras de Pixar, una carta de amor a las raíces, a la propia aceptación y a todas aquellas amigas con las que compartimos momentos y vivencias.
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