Bailaora almeriense; Quinita Jiménez

El Conservatorio Profesional de Danza de Almería lleva por nombre ‘Kina Jiménez’ en reconocimiento por su labor en pro de la danza en la provincia

El Conservatorio se denomina Kina Jiménez, en homenaje a la bailaora almeriense
El Conservatorio se denomina Kina Jiménez, en homenaje a la bailaora almeriense
Juan Antonio Barrios
22:45 • 09 nov. 2014

L a bailaora almeriense Quinita Jiménez ha llevado la danza y el nombre de Almería por todo el territorio nacional y distintos países del mundo. Su lucha por lograr que la danza tenga un espacio oficial le sirvió para que el Conservatorio Profesional de Danza de Almería lleve su nombre, Kina Jiménez.      




“Yo pertenecía a los coros de Educación y Descanso y ensayábamos en los sótanos del Teatro Apolo. Aquello fue a más y se hizo un grupo muy interesante, aunque era muy jovencilla, con doce años, cuando cumplí los diecinueve, me hicieron directora, a nivel verbal, de ese grupo. Teníamos nómina y me pagaban dos mil pesetas al mes. Empezamos a hacer viajes y recogimos bastante éxito. Llegamos a ser los campeones en España. De ahí me viene la afición al baile”, rememora Quinita Jiménez.  




Consideró que en esa situación había tocada techo y aspiraba a más. “Fui al conservatorio de Málaga y la profesora me dij0 que tenía muchas cualidades. De igual modo se expresó en Murcia, otra de sus profesoras. Recorrí Murcia, Málaga, Sevilla y Córdoba. Después decidí hacer la carrera de Danza Española y Danza Clásica. De español tengo el grado superior y de clásico, el grado medio, que es profesional”, expresa la bailaora.




Como en Almería solo existía su escuela,  en calle Padre Santaella, donde ahora se encuentra mi sobrina, Loli, y tras tocarle la lotería, la amplió.  “De todas las especialidades, con la que me siento más cómoda es con el flamenco, pero además hice la danza clásica, la bolera y el folclore”. dijo Quinita.




Como no existía en Almería un conservatorio,  los alumnos de su escuela se examinaban ante los profesores que venían de fuera en los antiguos sindicatos. “Con tanta participación, los políticos se dieron cuenta que hacía falta el conservatorio que tanto solicitábamos. Los políticos se interesan poco de la cultura, a nivel artístico. Además de la planta del edificio de la Rambla Obispo Orberá, teníamos distintas casas repartidas por Almería. En esas habitaciones dábamos las clases. El Ayuntamiento y Diputación eran quienes nos pagaban a los tres profesores. De ahí empezamos a solicitar que se hiciera un conservatorio”. 




Quinita Jiménez considera que el Conservatorio de Almería no se hizo como ella había indicado. Los sótanos en Almería no son como en el resto de España, para el flamenco, molestando a las otras clases. Por otra parte, el Conservatorio tiene falta de espacio, además es el único de toda España que no tiene un salón de actos, tan necesario para los alumnos”, concluye Quinita, recordando a personas tan importantes para Almería, como fue el genial guitarrista almeriense José Richoly, quien la acompañó en actuaciones. 




A pesar de estar jubilada, Quinita pasa cada día por el Conservatorio, del que ha sido su directora durante años, comentando con todos lo que acontece.





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