Un mal estudiante de inglés abre una academia revolucionaria

En la Compañía de María, su colegio, coleccionaba calabazas en los exámenes de inglés y cinco años después está al frente de una academia donde se enseña el idioma de Lord Byron. Jorge Moreno ha constituido Twenix, una plataforma de enseñanza de inglesa, revolucionaria en sus métodos, y que se anuncia con la vitola de “clases virtuales de solo 26 minutos al día”.

Jorge Moreno, con la juventud a raudales de los 22 años, tiene el apoyo en esta aventura empresarial llamada Twenix, de Antonio Valdivieso, Lucía Fernández y Daniel Delgado, que han investigado el mercado para dar con un producto novedoso, basado en la agilidad y flexibilidad.

Moreno es economista y cansado de aburridas clases de inglés se le ocurrió poner en el tapete un nuevo método de aprendizaje para que el alumnado disfrutara.

El proyecto fue finalista en un concurso de ideas de Telefónica lo que supuso un espaldarazo para darse a conocer. Las clases son virtuales a través de Skipe y de un portal de aplicación móvil. Han empezado ya con un alumnado estimado de 56 personas y prevén reforzar la oferta con más profesorado. “Tenemos cuatro niveles disponibles y las clases son de tres personas más el profesor, aunque también ofrecemos clases personalizadas”, explica Moreno.

Este emprendedor almeriense, que confía sobre todo en el equipo para tener éxito, relata que la idea de plataformas virtuales de idiomas ya existen en el mercados, “nosotros introducimos charlas más informales, con debates entre los participantes sobre familia, política, deporte o animales. Nosotros ofrecemos sobre todo flexibilidad, en horarios que van de ocho de la mañana a doce de la noche”.

El perfil de usuarios de esta oferta es el de profesionales liberales que no disponen de suficiente tiempo para acudir de forma regular a una academia.

Twenix, aseguran sus promotores, “nace como una plataforma en la que el usuario aprenderá de manera dinámica y divertida”.

En la conversación online “se utilizan también infografías personalizadas, con la idea siempre de que sean sesiones cortas y eficientes, con un uso realista y útil del lenguaje”. Moreno explica que la idea surgió de las necesidades personales del grupo para poder hablar inglés.