CASI presenta sus 18.000 metros cuadrados de instalaciones de manipulado

La Cooperativa Agrícola San Isidro recibía ayer la visita de Carmen Ortiz, consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, para conocer las nuevas instalaciones de la empresa en El Alquián, más de 18.000 metros cuadrados destinados al manipulado de hortalizas, fundamentalmente del tomate.

Tras la adquisición de esas instalaciones a su antiguo propietario, Agrupalmería (Grupo Femago), la CASI ha realizado una serie de mejoras en las instalaciones, una fuerte inversión que ha permitido contar con el centro de manipulado tecnológicamente más avanzado del país que se ha convertido en ejemplo para las empresas del sector.

Tiempo record 
Según explican los responsables de la cooperativa almeriense, ese esfuerzo ha permitido que en un tiempo record de quince meses todo el sistema de manipulado, la robotización de procesos o la incorporación de tecnologías esté concluido y a pleno rendimiento.

Las líneas de envasado son capaces de procesas los más de dos millones de kilos diarios de tomate que salen de la CASI con destino a los mercados. Las líneas de envasado permiten seleccionar y envasar el tomate en base a su tamaño, color o los grados brix (contenido en azúcares) sin tener que pasar por sistemas analíticos previos, una tecnología que ha tenido que ser adaptada para poder procesar los diferentes tipos de tomate que se producen en la cooperativa.

Último nivel  Tras conocer con detalle las instalaciones y las soluciones tecnológicas aplicadas por la empresa, la consejera de Agricultura ha destacado que CASI protagoniza “un nuevo impulso a la transformación y comercialización del tomate, con unas instalaciones modernas y dotadas con maquinaria de última generación”.

Destaca además el esfuerzo de la cooperativa en la búsqueda de la máxima calidad y de los rendimientos tanto para la empresa como para los miles de productores que comercializan a través de ella.

Un año difícil 
Ortiz afirma que esta siendo una campaña dura para los productores de tomate a causa del descenso de las cotizaciones en los mercados, un descenso que cuantifica en el entorno del 20 por ciento con respecto a la campaña anterior. Confía en que en los dos meses que quedan de campaña se corrija esa tendencia, aunque reconoce que incluso así “no se podrán compensar las pérdidas que en estos momentos tienen muchos agricultores, para los que estamos buscando medidas de apoyo”.