Para la patronal agraria Asaja esta que acaba de finalizar ha sido una mala campaña para el sector hortofrutícola almeriense. Pero podía haber sido mucho peor de no ser por los datos que arroja uno de los productos más tradicionales de la huerta almeriense como es el pimiento; se puede decir que ha salvado de la quema al conjunto del ejercicio.
Para llegar a esa conclusión Asaja echa mano de los datos y estos señalan que el valor de la producción de pimiento ha aumentado un 40 por ciento este año. Es el resultado de combinar un 17 por ciento de incremento en la producción y un 19 por ciento de aumento en los precios obtenidos.
El sorpasso
El presidente de Asaja, Francisco Vargas, calificaba con sentido del humor el paso adelante del pimiento como el sorpasso de la agricultura almeriense (pasar por delante, en italiano). Las razones de ese éxito hay que buscarlas en una serie de circunstancias que han jugado a favor de este producto en los mercados:
La primera de ellas que países productores como Holanda o Francia han dejado prácticamente de producirlo, que su cultivo ha disminuido también en regiones como Valencia o Murcia, o que los conflictos bélicos en Israel y su entorno han levantado recelos en los consumidores por la posible presencia de metales pesados en este producto.
Monopolio
El resultado de esas circunstancias es que Almería prácticamente se ha adueñado del mercado europeo del pimiento, lo que ha jugado en favor de los precios pagados por las empresas del sector de la distribución, una situación que podría mantenerse durante la campaña próxima si no se producen alteraciones en las condiciones de esos mercados.
Otros dos productos presentan comportamientos positivos en el balance de la campaña 2015/2016 como son la sandía, que aumenta un 20 por ciento su valor de producción, y sobre todo el melón, que ha mejorado sus resultados en un 25 por ciento, y ello a pesar de que en ambos casos se ha producido un descenso de las superficies cultivadas de un 13 y un 5,5 por ciento respectivamente en este último ejercicio.
En los dos frutos de primavera y verano el revulsivo para la mejora del valor de la producción ha estado en los precios: en el caso de la sandía se ha pagado hasta un 37 por ciento más que en la campaña anterior. En el del melón ese aumento de precio medio ha sido del 39 por ciento.
El Ramadán
Francisco Vargas explicaba ayer, durante la presentación del informe, que en el caso del melón y de la sandía ha sido determinante la celebración del Ramadán porque países musulmanes como Marruecos o Senegal, entre otros adelantaron sus fechas de producción para que la recolección no coincidiera con la celebración de esta fiesta religiosa, y de ello se han beneficiado los productores almerienses.
Otro factor que ha jugado a favor de la provincia ha sido la situación de sequía importante que se registra en amplias zonas de Castilla-La Mancha, grandes productoras sobre todo de melón, que han visto seriamente mermada su producción a causa del cambio climático.
Los que bajan
En ese balance se produce una caída de resultados enel resto de productos. El peor sin duda el tomate, que ha visto bajar el valor de la producción en un 37,5 por ciento con respecto a la campaña anterior. Le sigue el calabacín, que ha perdido un 16 por ciento de valor.
Asaja considera que, en su conjunto, ha sido una mala campaña “porque dos tercios de los productores almerienses han tenido menos rentabilidad que el año pasado”.
A la hora de aportar soluciones, Vargas apela a una mayor unidad de acción en un sector “con escasa o nula planificación”, y a un esfuerzo por la innovación “a la que nos obliga el cambio climático y sus consecuencias”.
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