Un plan para obtener valor añadido de los restos vegetales

La Estrategia de Gestión de Restos Vegetales de la Horticultura se escenifica en Almería. Tras ser anunciado el plan los  responsables de la Junta de Andalucía se reunían ayer en la provincia para estudiar las propuestas de los agentes del sector e incorporarlas al proyecto.

No hay capricho ni trato de preferencia para la provincia, es la constatación del peso del sector hortofrutícola almeriense en el conjunto de Andalucía, es reconocer que  Almería representa hoy por hoy el 84,3 por ciento del total de la superficie de invernaderos que existen en la región.

Buscar consensos
A la mesa se sentaban ayer el director general de Prevención y Calidad Ambiental de la Junta, Fernando Martínez Vidal, los delegados de Agricultura y de Medio Ambiente o la coordinadora de la Secretaría de Agricultura y Alimentación, Mar Cátedra. Junto a ellos los representantes del sector agrícola y ganadero, los ayuntamientos afectados más directamente por los residuos o los empresarios de gestión de esos residuos.

En la agenda, conocer su opinión en torno al borrador que ya fuera presentado hace algunas semanas, pero sobre todo recibir alegaciones y proposiciones para mejorar esa estrategia que pretende ser el punto de partida de un nuevo modelo de gestión.

Bioeconomía
Para Martínez Vidal está clara la importancia de Almería en la elaboración del plan, porque no en vano es la provincia con un mayor peso específico en el segmento de frutas y hortalizas y, por descontado, en la extensión del modelo productivo intensivo, es decir de los invernaderos.

El director general quiso expresar con claridad que este plan tiene como objetivo primordial “alcanzar una gestión más eficaz y mucho más respetuosa con el medio ambiente a la hora de tratar los restos vegetales”. Al final de ese camino está el tránsito hacia la economía circular o bioeconomía, “desechando la economía lineal que hemos mantenido durante tanto tiempo en nuestro sistema productivo”.

Como señalaba hace unas semanas la consejera de Agricultura, la nueva estrategia en el tratamiento de los desechos de la actividad hortícola trata de poner en valor esos restos para que sean útiles para otras actividades, “con lo que ayudaremos a crear más valor añadido y más empleo”.

Coordinación
Pero un plan que nace con tan ambiciosos objetivos precisa la implicación de todas las partes, desde los agricultores y ganaderos a las empresas de gestión o las administraciones intervinientes, y eso es lo que se ha buscado en esta primera ‘cumbre’ celebrada en la provincia de Almería.

El sector hortofrutícola almeriense genera cada año más de dos millones de kilos de restos vegetales en fresco susceptibles de ser recogidos y tratados para darle utilidades que van desde la fabricación de alimento para el ganado a la valorización como combustibles orgánicos. Tomate y pimiento generan más del 55 por ciento del total de los restos en Almería.