Sacrifican 35.000 cabras en año y medio a causa de los bajos precios y de la sequía

En ese tiempo la cabaña ha pasado de 165.000 a 130.000 animales

Declaraciones de Góngora ante las puertas de Carrefour
Declaraciones de Góngora ante las puertas de Carrefour
Antonio Fernández
01:00 • 04 nov. 2016

A la industria quesera le cuesta la materia prima unos 3 euros para fabricar un queso que se vende por término medio  en 13,80 euros a los consumidores. Es decir que el productor apenas percibe un 20 por ciento del valor real del producto.




Las cuentas las ha hecho la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (Coag)  en base a los datos del sector, y ayer escenificaban su protesta en el Paseo de Almería. Dicen que los bajos precios les abocan a la ruina y quieren que eso se acabe o habrá duras movilizaciones.




La denuncia
Responsabilizan de sus penurias a los grandes grupos lácteos de hacer dumping para bajar los precios. Coag asegura que no tienen miedo al poder de esos grupos y por eso los citan expresamente: García Baquero, Arias, Quesos El Pastor y Lactalis Puleva. No temen las demandas por perjuicios a su imagen, que ya han interpuesto algunos, “porque defendemos el derecho a la vida de miles de familias”, asevera Andrés Góngora, secretario provincial de Coag-Almería.




Precariedad
Un problema basado en que a los pastores les están comprando la leche para la elaboración de queso a  50 céntimos el litro, cuando el coste de producción está en 70 céntimos, así que los productores acumulan pérdidas que amenazan con llevarse por delante un sector del que, sólo en la provincia, viven más de 2.000 pastores.




La consecuencia de esas pérdidas está siendo dramática y es que de las 165.000 cabras que había en Almería a principios del pasado año ya solo quedan 130.000. El resto, 35.000 cabras, han sido sacrificadas ante la imposibilidad de mantenerlas porque, además, a esos bajos precios se suma la situación de sequía que arrastra el sector desde hace tiempo, una escasez de lluvias que está acabando con los pastos y con el agua para dar de beber al ganado.




Lo dice Mohamed, pastor en Abrucena, que lleva cinco años en esa labor pero que afirma que “cada año que pasa la situación es peor porque tenemos que trabajar más para buscar alimento y agua y cada vez la presión a la baja de los precios se hace más insoportable para seguir adelante”. Añade que los cabreros “tenemos que defendernos para seguir viviendo”.




Góngora pide una intervención urgente de Defensa de la Competencia ante la sospecha de que los grandes grupos están pactando precios para presionar a la baja “sin que eso parezca importarles, prefieren ir en busca de los productores si se ponen de acuerdo para no vender por debajo de los costes”.




Y advierte, “no nos quedaremos parados y actuaremos con mayor contundencia”.



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