Cajamar: las áreas con más cooperativas son las más desarrolladas económicamente

El último informe realizado por Cajamar Caja Rural se centra en las empresas cooperativas y su posicionamiento en la economía, un trabajo que destaca que este tipo de sociedades están adoptando cada vez más los principios de gestión de la empresa, mientras que el resto de sociedades están haciendo suyos algunos de los principios fundamentales de la economía social.

Para el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar el informe viene a poner de manifiesto la progresiva profesionalización de este tipo de empresas, de enorme importancia en la provincia de Almería porque constituyen uno de los eslabones fundamentales de sector hortofrutícola, a su vez el gran motor de la economía almeriense.

Termómetro de desarrollo
El autor del estudio, el profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Almería Antonio José Macías, afirma que la presencia de un sistema fuerte de cooperativas en la actividad económica es un síntoma claro de desarrollo, y ello porque las cooperativas están presentes en todas las actividades económicas, sociales y financieras de nuestro entorno más inmediato”.

Afirma también que pese a los posibles prejuicios, “lo cierto es que es en los países económicamente más desarrollados donde las sociedades de este tipo alcanzan mayor significación económica”.  En el informe se refuerza además el papel social de las empresas de la economía social al señalar que este tipo de estructuras empresariales pueden ser un instrumento clave para la intervención en los problemas de marginación económica, puesto que si se persigue la generación profesional de riqueza por la que las personas con habilidades y capacidades personales desarrollen una actividad empresarial sin centrarse en la capacidad económica, sino en el trabajo desarrollado, las sociedades cooperativas dan mejor respuesta para el inicio y consolidación de esta actividad económica que las sociedades capitalistas.

 La obra
Una de las principales conclusiones de este trabajo, publicado por Cajamar, es que existe un proceso de convergencia entre sociedades cooperativas y capitalistas. Las primeras están adoptando principios de gestión de las segundas, mientras que las empresas capitalistas están haciendo suyos algunos de los principios fundamentales de la economía social y del cooperativismo, adoptando estrategias de responsabilidad social cooperativa.

Para García Torrente ese reparto social de la riqueza y el desarrollo del sector cooperativista es un eje esencial de la economía almeriense.