Coprohníjar se prepara para dar el salto a la producción ecológica

La jornada ‘Agricultura Ecológica en Coprohníjar’ permitió ayer a los agricultores adscritos a la cooperativa almeriense sumergirse en el futuro de la agricultura ecológica, un segmento que se abre paso con rapidez y del que se esperan buenos resultados comerciales.

Primero una visita a la finca experimental que la empresa gestiona en Níjar, luego un seminario con ponentes especializados para explicar los pormenores de unos avances que marcarán las pautas en el campo.

Punta de lanza 
El caso es que Coprohníjar vuelve a convertirse en punta de lanza de un nuevo salto cualitativo en la agricultura almeriense. Ya fue a principios de los años noventa del pasado siglo la primera cooperativa en abrazar la producción integrada, el uso de los abejorros o el control biológico de las plagas, y ahora quiere colocarse en cabeza en la carrera por la ecológica.

Su presidente, Juan Segura, afirmaba ayer que la apuesta por la producción ecológica responde a la vocación de atender de la forma más fiel posible la demanda de los mercados, y esa demanda está creciendo de una forma notable durante los últimos años en Europa y en el resto del mundo.

Investigación 
Para poner sobre la mesa las cuestiones esenciales del modelo de producción ecológica, tres ponentes: David Mesa, investigador de Las Palmerillas de Cajamar, José Ángel Navarro, delegado en Almería de la sociedad CCAE y de Ecovalia, entidades especializadas en la certificación ecológica, y Francisco Javier Tello, doctor ingeniero agrónomo, y catedrático de Producción Vegetal de la Universidad.

Meca expuso las investigaciones que desde hace más de una década se llevan a cabo en Las Palmerillas, trabajos que se realizan sobre los productos de la provincia como el tomate o el pimiento, pero también con nuevos frutos como la papaya, que se abren paso en el campo.

Navarro explicó las exigencias de las certificaciones en ecológico y subrayó el hecho de que en Almería no es un proceso excesivamente complejo puesto que el punto de partida ya incluye cuestiones como el ahorro de agua, el control biológico o el escaso uso de agroquímicos, exigencias que son comunes a la producción integrada y a la ecológica, aunque  esta última incorpora más rigor y otras cuestiones como los aspectos sociales y laborales.

Biodesinfección
Cerró las sesiones Javier Tello con sus trabajos sobre desinfección de suelos utilizando para ello los restos vegetales. Sus estudios demuestran que aprovechar los restos vegetales de los invernaderos como fertilizante natural no sólo mejora la salubridad de los suelos, sino que permite resultados muy similares a los de los tratamientos convencionales, pero con la ventaja de ahorrar un 40% del agua de riego, evitar tener que pagar por la retirada de los restos y ahorrar en otros productos fertilizantes. En total, asegura, un ahorro superior a los 3.000 euros por hectárea, una razón de peso para ser utilizado.