Agroponiente abre el camino para que sus mil agricultores cobren de Europa

Grupo Agroponiente, presidido por Diego Amat y con sede en El Ejido, ha abierto el camino para que los agricultores independientes que venden en sus alhóndigas se puedan constituir en organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPfh).

Se trata de un sendero que se antoja largo y lleno de escaramuzas legales, pero que puede finalizar con el premio de un asidero legislativo para que los productores que no sean socios de una cooperativa puedan recibir ayudas de los fondos operativos europeos para modernizar sus instalaciones.

Se  pierden 110 millones
No debería ser un asunto baladí para el campo almeriense: en la actualidad más de la mitad de los agricultores urcitanos están fuera de las Opfh lo que supone que se dejan ir por la gatera 110 millones de euros cada año, según los cálculos de la Consejería de Agricultura.

Sin embargo, se trata de un reto complicado: el de cuadrar el círculo de que un agricultor cobre ayudas de Bruselas por contribuir a la economía social, sin tener que estar integrado en una cooperativa o una sociedad agraria de transformación. Agroponiente, con el apoyo de la organización de productores Coexphal y de la propia Consejería, ya ha remitido un documento a la Unión Europea y, “aunque no hay aún una decisión firme, el informe previo ha sido positivo”, según Francisco López, director general de Agroponiente.

López reconoce que “se trata de un reto difícil y en el que los agricultores tendrán que asumir algunas obligaciones administrativas si quieren repartirse esta ayudas, ahora se trata de hacer trabajo de campo e ir explicándolo en el sector, la resolución definitiva con la autorización europea podría llegar a lo largo de este año que entra”.

Agroponiente, en la que se integran Vegacañada y Agroponiente Natural Produce, cuenta con un millar de agricultores fidelizados en sus zonas de influencia del Poniente y en el Levante. “Con el resultado de que 50 de ellos accedieran a constituirse en Opfh nos daríamos por satisfechos”.

Las alhóndigas de la provincia, agrupadas en torno a Ecohal, se han sentido tradicionalmente discriminadas por el reparto de esos fondos que deja fuera de las ayudas a los agricultores que venden en corridas cuyos titulares son sociedades anónimas.

Ecohal ha considerado siempre que las alhóndiga complementa a las cooperativas, de forma que la Almería agrícola no se entiende sin uno de estos dos modelos equilibrados en el que contribuyen casi al 50% en la generación de valor para el agricultor.

Las alhóndigas consideran que los agricultores independientes que venden en subasta aportan al modelo agrícola almeriense “una valiosa referencia en precios están siendo hasta ahora objeto de competencia desleal”.
Sin embargo, desde que la Junta de Andalucía decidió apoyar la propuesta de una tercera vía para que las ayudas puedan llegar por igual a todos los agricultores, la propia organización que tutela a las cooperativas, Coexphal, competidora de Ecohal, ha decidido suscribir el proyecto de Agroponiente y del resto de alhóndigas que quieran asumir también este reto para sus agricultores.

La importancia es vital para el campo almeriense ya que registra el 40% de las opfh de Andalucía.
Si sale adelante este modelo de integración en el que es pionero Agroponiente, con los auspicios de la Consejería, se podría incrementar las cifras de ayudas a través de fondos operativos de manera directa, que repercutirán en el sector a través de inversiones en la modernización de explotaciones, calidad y transformación.

Si se integrase el 100% de los productores que están fuera de una Opfh en Almería -por encima de 5.000- podrían movilizar para el sector una inversión total (entre ayudas directas y fondos propios) equivalente a 220 millones de euros más al año, unidos a los 173 millones actuales de inversión global.