Si de algo se ha hablado y se sigue hablando en el campo almeriense es de los precios de las hortalizas en estas primeras semanas del año. Las últimas semanas han sido de altas cotizaciones, pero en estos últimos días los precios de productos que habían alcanzado máximos históricos se han desplomado aceleradamente.
Lo más llamativo es que ese descenso se produce en un entorno de escasez de producto en el que Almería se ha quedado prácticamente sola en los mercados debido al frío y al mal tiempo que ha afectado al resto de productores europeos.
Guerra abierta
Los agricultores han dicho por activa y por pasiva que con esos precios no se han ‘forrado’ precisamente porque la producción también se ha resentido en la provincia. Digamos que los altos precios han compensado la falta de kilos estas semanas.
El cambio de panorama, o sea el descenso acusado de los precios, ha irritado sobremanera a las organizaciones agrarias que ya hablan de especulación en los mercados y de influencias negativas en los mecanismos de establecimiento de los mismos. Y apuntan también a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que hace una semana advertía de la apertura de una investigación para analizar si se estaban produciendo irregularidades en la obtención de unos precios tan elevados.
A juicio de los agricultores esas manifestaciones han podido favorecer movimientos especulativos y un descenso irreal de las cotizaciones. Por ello algunas de ellas, caso de COAG, han pedido la comparecencia urgente de García Tejerina en el Congreso “para que explique con pelos y señales a quién y qué se está investigando”.
¿Y ahora qué?
A los productores les ha molestado que cuando los precios son altos la ministra amenace con investigaciones y sanciones “pero que no haga lo mismo cuando ahora, a pesar de la existencia de alta demanda de producto debido a la escasez en los mercados, los precios se desploman sin que haya un incremento de volumen de producción que lo justifique. Ahí debería entrar con la misma o mayor contundencia porque estamos perdiendo la batalla del mercado”, afirma el secretario provincial Andrés Góngora.
Desde la organización Agricultura Viva se ha pedido a las administraciones europea y española, y a las organizaciones interprofesionales, que actúen con diligencia con los mecanismos que la ley pone en sus manos, para garantizar el libre mercado y para evitar los movimientos especulativos en las hortalizas.
Góngora se queja de que “al parecer, hay gente a la que le molesta que el agricultor pueda ganar dinero con su actividad y están dispuestos a frenar la comercialización cuando los precios suben, pero sin que haya una respuesta similar cuando están bajando”.
En ese debate ha intervenido también la europarlamentaria Clara Aguilera, que ha pedido que la nueva PAC incluya mecanismos para impedir que los precios estén por debajo de los costes de producción en el campo. Alerta además de la existencia de prácticas desleales en el comercio, sobre todo por parte de la gran distribución.
Las empresas
Para cooperativas y alhóndigas el problema en la inestabilidad de los mercados y, en consecuencia, de los precios. Reclaman esa estabilidad que permita “que no nos pongamos ricos con precios bajos, ni perder la cartera si suben mucho”, señala el presidente de Única Group, José Martínez Portero.
Uno de los problemas que se ha detectado es que ante la escasez de producto y el desabastecimiento “hay cadenas europeas que han quitado de sus lineales productos como el calabacín, porque no lo encuentran, y eso supone un descenso notable de los volúmenes de producto que podemos vender en Europa”.
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