Cada diez hectáreas de invernadero hay un experto. No hay en el mundo -según coinciden los analistas consultados- ninguna otra zona del mundo con tal concentración de investigadores y técnicos agrícolas por superficie; no hay ninguna otra región agroindustrial en el planeta como la que se ha generado en este rincón de producción bajo plástico almeriense.
Los datos lo avalan: en las 30.000 hectáreas invernadas, trabajan en torno a 2.500 técnicos agrícolas especializados en diferentes segmentos de negocio como las semillas, semilleros, control biológico, lucha integrada, fitosanitarios, plásticos y estructuras, fertirigación, abonos y residuos vegetales. Y lo hacen tanto en las empresas, organizaciones agrarias, multinacionales como en instituciones públicas como La UAL, el Ifapa o fundaciones como Cajamar o Tecnova.
El Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas (Coitaal) lo refrenda: 1.400 colegiados, sin apenas desempleo, “el Colegio del ramo más denso de España en cuanto a número de titulados por superficie”, según la presidenta Teresa García, con un 30% de mujeres.
Almería, de Levante a Poniente, es también la zona del mundo, en términos relativos a su población, donde hay una mayor concentración de invernaderos de forma continua. Lo explica Francisco Camacho Ferre, director del Campus de Excelencia Agrícola de la UAL: “Tenemos el 55% de la superficie de invernadero de toda España, cinco veces más que Holanda que es un país, y la mitad de Japón, que tiene 60.000”.
A esas hectáreas hay que sumar la segunda cosecha que recogen el 60% de los invernaderos, lo que hace aumentar la superficie hasta las 50.000 hectáreas.
Camacho expone que “cada invernadero de cierto tamaño, además, está obligado por decreto, a contratar a un técnico agrícola, eso hace que el nivel de técnicos en el agro provincial sea alto”.
Almería, con tantas rémoras, con tantas debilidades en otros sectores económicos, sigue encontrando en el invernadero, tras 50 años de consolidación, su verdadero maná. Hubo otros a lo largo de la historia: la seda, el plomo, la plata, la uva y la naranja. Pero desde hace medio siglo es el tiempo del tomate, del pimiento, del pepino, de la sandía o del calabacín que se exporta a razón de más de dos millones de toneladas. “No creo que, salvo catástrofe, este modelo almeriense se venga abajo, de hecho es continuo el trasiego de técnicos de otros países que vienen a nuestro campo a aprender”.
El invernadero ocupa el 3% de la superficie provincial, pero representa el 93% de la producción agrícola almeriense. José Antonio Aliaga también enfatiza este protagonismo agro: “la agricultura es el 20% de nuestro PIB, pero de forma inducida arrastra hasta un 60% de la riqueza provincial y no hay una concentración igual de técnicos agrícolas en el mundo, solo se acerca Rotterdam, en Holanda, que empezaron hace 90 años”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/20/economia/125289/almeria-es-la-zona-del-mundo-con-mas-investigadores-agricolas-por-hectarea