Los almerienses son los andaluces que más dinero metieron en el banco en 2016

A pesar de que la carestía de la vida, de la pérdida aparente de poder adquisitivo en los hogares de la provincia, de la precariedad laboral  y de las huellas de la crisis, los datos del informe del Banco de España certifican que los almerienses tienen en bancos y cajas un 12,2% más de dinero ahora que hace un año.

En concreto, en las distintas modalidades de depósitos bancarios, las entidades financieras que operan en la plaza de Almería tienen en su haber 9.771 millones de euros.

En la comparativa con el resto de provincias andaluzas, los almerienses fueron, de largo, los almerienses que más crecieron en dinero contante y sonante, seguidos por los jiennenses con un alza del 4,6%. La media andaluza de crecimiento de la tasa de depósitos bancarios se cerró en 2016 con un 3,1%.

En números absolutos, sin embargo, los urcitanos solo tienen más dinero que los onubenses (5.345 millones) y que los jiennenses (9.456 millones). Los que suman mayor cash en bancos y cajas son los sevillanos (24.354 millones) y los malagueños (21.504) más del doble que los almerienses.

Menos créditos
En cuanto al crédito privado solicitado en la provincia durante 2016 cayó en un porcentaje del 3,8% en 2016. La suma de lo que deben los almerienses a los bancos al cierre del pasado año fue de 17.948 millones, incluyendo toda clase de créditos hipotecarios o personales. La media andaluza en petición de créditos bajó un 2,8%.

Economía sumergida
Otra de las peculiaridades de la economía almeriense, que este año crecerá hasta cerca de un 3%, según el informe de Previsiones Económicas de Andalucía, es el alto porcentaje de economía sumergida, estimada por los técnicos de Hacienda en el 32% del PIB provincial, dinero negro que no pasa, en su mayor parte por la tutela de las entidades financieras. Si se tiene en cuenta que el PIB provincial gira sobre los 13.000 millones de euros en número enteros, la tasa de actividad fraudulenta rebasaría los 4.000 millones de euros, es decir, el doble que los ingresos anuales que genera la comercialización en origen de las frutas y hortalizas del invernadero almeriense.

UGT alerta de que la existencia de esta actividad que no computa provoca competencia desleal sin que todos los operadores asuman los mismos costes de producción. El dinero negro añade también, según este análisis, un alto porcentaje de incertidumbre sobre las magnitudes reales de las principales variables e indicadores económicos que puede conducir a políticas erróneas.