Miguel Vargas es reelegido presidente de la CASI por cuatro años más

Miguel Vargas salió ayer reelegido presidente de la cooperativa CASI, la primera comercializadora de tomate de Europa con sede en La Cañada de San Urbano. A las 4 de la mañana y con una amplia asistencia de casi 700 socios, finalizó la Asamblea en la que Vargas resultó vencedor por 309 votos frente a los 204 de de Ana Martín Papis, los 76 de Josefa Miras y los 28 de Juan Cabeo. Fue la asamblea más larga en los más de 70 años de historia de la CASI (exceptuando una en los años 80 que terminó a las 6) y al nuevo presidente se le asignó también por primera vez un sueldo fijo de 3.000 euros mensuales, tal como se recogen en la modificación de Estatutos. Quedó en el aire la asignación de dietas por viajes y gestiones para los vocales del Consejo Rector. A partir de ahora lo primero que hará el nuevo Consejo es contratar a un gerente que ya se tiene más o menos perfilado.

La masa social sin embargo echó para atrás por solo nueve votos la propuesta del Consejo Rector saliente de externalización de actividades a través de almacenes de recogida de producto en la zona del Poniente almeriense, una actividad que ya había dado sus primeros pasos en la zona de El Ejido y Albuñol.

Se aprobó la constitución de los Fondos operativos para los que se aseguró que contarán con seis hectómetros de agua de las desaladoras de Almería y Carboneras. Este punto también dio lugar a un enconado debate puesto que la Unión Europea requiere que cada agricultor especifique las fuentes de riego antes de que se apruebe el expediente de fondos operativos.