La vivienda vale hoy menos de la mitad en Almería que hace 10 años

Para miles de almerienses el famoso pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha sido más bien una hecatombe. Los precios de los inmuebles en la provincia alcanzaban al comenzar el año 2007 en máximos históricos, probablemente excesivos, pero desde entonces la caída ha sido imparable.

Desde que hace diez años se registraran precios máximos históricos de la vivienda el descenso de las cotizaciones ha sido constante en la provincia. A mediados del pasado año el precio medio ya se situaba un 48 por ciento por debajo de los del año 2007.

Y aunque muchos expertos entendieron entonces que se habían alcanzado mínimos, sobre todo a la vista de un cierto despertar en la venta de inmuebles, entre junio del año pasado y este último mes de junio de 2017 se ha producido un descenso del 12,27 por ciento en el conjunto de la provincia, un 7,22 en el área de la capital

Hasta el 51 por ciento
Los nuevos descensos en las cotizaciones se suman a los que se han ido produciendo en la última década y el resultado es que al concluir el primer semestre de este año la vivienda ha perdido en la provincia un 51 por ciento del valor que tenía hace diez años.

La bajada no es homogénea y, según las zonas, oscilan entre poco más del 30 por ciento en barrios céntricos de la capital y en las zonas más cotizadas de localidades como Mojácar, Vera, Roquetas o San José, hasta un 70 por ciento en los barrios periféricos y en localidades de menor demanda situados tanto en la costa como en el interior.

Fuerte descenso  
Tras conocerse estos datos, procedentes de la Dirección General de la Vivienda Almería se ha colocado como la segunda provincia española con un mayor descenso de los precios, siendo la provincia andaluza con mayor bajada desde el inicio de la crisis del sector inmobiliario español.

Las previsiones sobre el comportamiento del mercado inmobiliario no son en absoluto optimistas en el momento actual ya que la entrada de miles de viviendas procedentes de bancos, cajas o de particulares con deseos de vender han provocado una sobreoferta que juega en contra de los intereses de los que pretenden deshacerse de sus viviendas por las que, en cualquier caso obtienen oferta muy por debajo del precio fijado inicialmente.

Dificultades  
Algunos de los agentes inmobiliarios consultados por este periódico reconocen que actualmente los compradores piensan sólo en precio y se dan casos como la venta de un chalet en la urbanización La Envía Golf, en el municipio de Vícar, que finalmente se ha vendido en 310.000 euros cuando su tasación inicial estaba en torno a los 750.000 euros.

Mal momento para vender, aunque está suponiendo una oportunidad para quienes disponen de dinero para realizar compras puesto que en muchos casos están obteniendo precios que no llegan ni a la mitad de lo que se pagó por ellos hace diez años.

El mayor drama lo viven los que se ven obligados a vender porque no pueden hacer frente a los pagos de sus hipotecas. Es el caso de Isabel, una mujer que compró una vivienda de nueva construcción hace nueve años por 125.000 euros ahora se encuentra con un valor de venta que está ligeramente por encima de los 40.000, a pesar de tener una hipoteca aún pendiente de 115.000. Su única salida es ofrecerla al banco como dación de pago.