La normalidad vuelve poco a poco a los invernaderos del Bajo Andarax. El viernes se realizaban las primeras pruebas y durante el fin de semana el agua procedente de la desaladora ha ido llenando las redes, vacías desde que la Junta cortara el suministro de agua de la depuradora desde mayo.
Ayer el suministro había quedado prácticamente restablecido, paralelamente a la aprobación por parte de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Almería de las condiciones del convenio que regirá la cesión de esas aguas a la Comunidad General de Usuarios del Agua de Almería (CGUAL).
Fin del conflicto
Se pone así punto y final, aunque sea de forma provisional, a una situación que ha mantenido en vilo a los más de dos mil agricultores que se abastecen a través de esta comunidad de regantes, y permite que puedan ser puestas en explotación las alrededor de 3.000 hectáreas que se cultivan en esta zona.
El presidente de la CGUAL, José Antonio Pérez, afirmaba ayer que a medida que las aguas van llegando, “recibimos las manifestaciones de alivio y de alegría de los agricultores que, por fin, pueden trabajar con la normalidad que requiere un inicio de campaña que estaba en el aire”.
Una alegría que viene marcada por la disponibilidad de agua, y por la calidad del recurso que procede de la planta desaladora de la capital, especialmente para los productores de pepino o de calabacín.
Para algunos de ellos es una satisfacción porque ya habían plantado sus cultivos pero el ritmo de crecimiento de las plantas estaba ralentizado al no poder disponer de agua en cantidad suficiente como para permitir un correcto desarrollo de las plantas.
Autorización
La aprobación del acuerdo por parte de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento permitía dar carácter legal a la distribución de esas aguas desde el día de ayer y durante al menos un año, prorrogable a dos, que es el tiempo máximo de concesión de las aguas desaladas.
Para cuando se cumpla ese tiempo se da por supuesto que la Junta habrá cumplido su compromiso de proceder a la cesión definitiva del uso de las aguas depuradas de la capital y los pueblos del Bajo Andarax conectados a la depuradora de Almería, una vez que se disponga de un tratamiento adecuado para que esas aguas puedan ser utilizadas para los riegos.
Agilidad
El alcalde en funciones, Miguel Ángel Castellón, afirma que el Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo para dar una respuesta “con agilidad y en tiempo record” a una necesidad acuciante de los regantes de la capital y el Bajo Andarax, “resolviendo el grave problema ocasionado por la Junta tras su decisión de cerrar el grifo a los agricultores de esta zona”.
El miércoles se procederá a la firma definitiva del acuerdo entre CGUAL y el Ayuntamiento, aunque su validez es ya efectiva desde la jornada de ayer lunes.
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