Almería marca el camino para la reutilización de aguas residuales

Almería fue pionera en España y Europa en la reutilización de las aguas residuales para los regadíos hace ya casi treinta años. Un proyecto que vino con la construcción de la nueva desaladora de El Bobar y de la planta de ozono instalada en la Vega, al norte de El Alquián.

Ahora la Junta de Andalucía ha dado un paso más con la ampliación de la depuradora de El Bobar y la construcción de los sistemas de recogida de las aguas residuales de los siete pueblos que conforman la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax: Benahadux, Gádor, Huércal de Almería, Pechina, Rioja, Santa Fe de Mondújar y Viator, con inversiones que alcanzan los 55 millones de euros.

Soluciones
El delegado provincial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Antonio Martínez, hacía ayer balance de lo que ha supuesto este plan de inversiones y explicó que si antes se atendía a una población de más de 200.000 habitantes, tras la ampliación la planta depuradora da cobertura para 310.000 habitantes de esta zona.

La recogida de todas las aguas residuales de la Mancomunidad supone poner fin a un problema que se arrastraba desde hace muchos años, el de los vertidos directos de esas aguas fecales al cauce, generalmente seco, del río Andarax. Es la solución esperada por los siete municipios a un problema importante de olores, de presencia de plagas de mosquitos o de contaminación.

Inversiones
Sólo esos proyectos de recogida y de ampliación de la capacidad de la depuradora ha supuesto una inversión de 23 millones de euros, financiados con la aportación de fondos europeos FEDER y del dinero obtenido con el canon autonómico que se aplica al agua.

Martínez destaca que el esfuerzo inversor del Gobierno andaluz “y su compromiso con los ciudadanos de Almería y de área metropolitana” ha permitido la ejecución de las infraestructuras hidráulicas necesarias para “garantizar que los servicios de saneamiento y depuración, de competencia municipal, puedan ser prestados con total garantía y calidad”.

Ampliación  
La red de saneamiento ejecutada permite la recogida de aguas residuales de los siete municipios del Bajo Andarax y su tratamiento en la estación depuradora de El Bobar, que también ha sido ampliada para atender el incremento de los caudales y al crecimiento poblacional de la propia capital. La actuación permite aumentar la capacidad de tratamiento de aguas residuales pasando de un caudal medio de unos 32.300 metros cúbicos a 48.000.

23 kilómetros
La primera fase del proyecto consistió en la construcción del colector general de saneamiento, un trazado que coincide con el cauce del Andarax entre Santa Fé y la depuradora de El Bobar, un trazado de 23 kilómetros de longitud que está conectado con los 7 pueblos.

A ese trazado se han unido ramales que conectan con núcleos actuales y futuros desarrollos en la capital como El Puche, el Polígono Industrial Sector 20 o el Mamí, que podrán conectarse a ese colector general, además de sistemas de aireación o una estación de impulsión de aguas residuales en el término municipal de Pechina.

Agradecimiento
El presidente de la Comunidad de Municipios del Bajo Andarax, Juan Antonio Almansa, agradecía ayer la gestión, el trabajo y la inversión realizada por la Junta para lograr que todos los pueblos integrados en esta comunidad mejoren en materia de gestión de sus aguas.

Almansa afirma que ese esfuerzo evidencia “la voluntad política de la Junta en auxilio de los municipios, lo que ha permitido que la comarca supere el lastre que suponía la insuficiencia de infraestructuras de saneamiento y depuración de aguas”.

Compromisos
Antonio Martínez afirma que estas y otras inversiones realizadas en materia de aguas, entre ellas las de las depuradoras de Huércal Overa, Níjar y Uleila, o la próxima que se acometerá en Antas, colocan a la Junta como líder en la ejecución de obra pública en materia hidráulica. Recordó en ese punto la ausencia de inversiones y obras del Gobierno central, lo que en una provincia tan necesitada de estas infraestructuras es “de extrema gravedad”.

“Estamos ante un Gobierno, el de la Junta, que cumple con Almería y otro, el central, que nos mantiene abandonados”, concluye Martínez.