Lista de espera de cerca de 6.000 alumnos para sacarse el carnet

Las autoescuelas de Almería calculan que en estos momentos en torno a seis mil alumnos que se han preparado para la obtención del carnet de conducir no han podido hacerlo, generando una lista de espera que amenaza con prolongarse durante varios meses más.

Es la consecuencia de la huelga que los examinadores iniciaron el pasado mes de junio y que tres meses después aún se mantiene activa. De hecho, la Dirección General de Tráfico ha anunciado que este próximo lunes se reiniciará la celebración de las pruebas, pero sin garantías de que realmente pueda hacerse efectivo, según han señalado desde la Asociación Provincial de Autoescuelas de Almería (ASOPROAL), que ve con recelo lo que puede ocurrir la semana que viene.

Listos y sin pruebas
El pasado mes de julio ya se habían acumulado cerca de 3.000 personas en espera de poder examinarse y según el presidente de Asoproal, Rafael Villegas, “pasado el verano ese número prácticamente se ha duplicado porque hemos seguido atendiendo la demanda de los ciudadanos y hemos dado clases durante todo este tiempo; el problema es que seguimos sin saber cuándo podrán examinarse”.

Entre esa clientela abundan los jóvenes, que han aprovechado las vacaciones de verano para prepararse para obtener su carnet, y un número importante de trabajadores, y sobre todo de trabajadoras, del sector del manipulado y otros auxiliares de la agricultura “que aprovechan el parón en el sector para sacarse un carnet que ya está siendo demandado por las empresas para contratarlos”. Esa espera tiene, en este caso, fecha de caducidad porque la actividad volverá a la agricultura en septiembre y octubre.

Dos días de examen  
Las autoescuelas afirman estar a estas alturas ‘desesperadas’ por una situación que además está llena de incertidumbres. En junio y julio se acordó que al menos hubiera dos días a la semana exámenes, y en agosto se suspendieron completamente, de forma que la lista de espera ha seguido engordando “y lo peor es que lo hará más en septiembre”.

Para las empresas de las autoescuelas es un problema porque “una vez que los que vienen a sacarse el carnet están preparados no podemos presentarlos a los exámenes; eso obliga a suspender el periodo de formación y cuando se suponga que pueden presentarse tendrían que dar más clases de refuerzo”.

Una pérdida económica tanto para las autoescuelas como para los alumnos, que se ven obligados a dar más clases de las habituales. Y en esa situación la demanda de nuevos alumnos aumenta porque “estamos en fechas de mucho tirón para intentar aprobar el carnet, antes del inicio de colegios y de otras actividades”.

Más demora  
Rafael Villegas explica que el sistema que se ha instaurado, cumpliendo una especie de plan de servicios mínimos, es que se realicen exámenes solamente los jueves y viernes. Pero eso supone un problema porque las más de cien autoescuelas que funcionan tienen asignados días fijos de examen “lo que supone que tienen que correr turno y meterlos, por orden, en esos dos únicos días, así que una autoescuela ha de esperar a veces dos, tres o cuatro semanas para poder presentar a sus alumnos”.

Las autoescuelas vuelven a reclamar soluciones al Gobierno “porque este conflicto nos está costando mucho dinero a todas las empresas”.