La jornada sobre el control biológico de plagas convocada por Cajamar Caja Rural y la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) convocó ayer en Almería a numerosos productores y empresarios del sector agrícola.
No era para menos porque se ponía a debate un hecho constatado en esta última campaña, aunque apuntado con anterioridad, como es el descenso en el número de hectáreas cultivadas mediante el control biológico de las plagas,a juicio de los ponentes un riesgo que Almería debe rechazar cuanto antes.
Identidad
Lo preocupante del tema es que actualmente el control biológico y la seguridad alimentaria son conceptos que definen el modelo agrario almeriense, que gusta sacar pecho por ser considerado desde hace ya varios años como el más ‘limpio’ de los que se desarrollan en toda Europa.
A decir del gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, la seguridad que ofrece hoy por hoy Almería a los mercados y a los consumidores es una potente herramienta para competir. Si en tiempos pasados los residuos constituían una amenaza constante, ahora los productos almerienses lideran los ránkings de limpieza.
Esa es una característica que no debe retrotraerse a tiempos pasados, sino que debería constituir la base del futuro del sector hortofrutícola almeriense. En la jornada de ayer el gerente de Coexphal afirmaba que los grandes de la distribución “ya nos están avisando de que a la vuelta de unos pocos años más de la mitad de sus compras serán de productos ecológicos, y esa es una demanda que tenemos que atender, pero será imposible se abandonamos la senda del control biológico”.
Oportunidad
Para el delegado provincial de la Consejería de Agricultura, José Manuel Ortiz, esta jornada llega en un momento muy oportuno “porque llevamos tiempo hablando de esta situación y se ha generado una cierta alarma por el retroceso, ligero pero retroceso al fin, d la implantación de la lucha biológica contra las plagas”.
Una de las consecuencias de las dudas surgidas en torno al control biológico es que la disminución del número de hectáreas, casi mil en la última campaña, tiene una consecuencia directa precisamente sobre la razón de que se iniciara su implantación, es decir sobre la presencia de residuos en las hortalizas.
Los residuos
Tanto Ortiz como Luis Miguel Fernández afirman que la presencia de residuos de plaguicidas es ahora mayor que en años anteriores, aunque en cualquier caso con mejores datos que el resto de zonas productoras. Por ello es tan importante no bajar la guardia.
Ahora es tiempo para que los expertos analicen el porqué del descenso en los sistemas de control biológico, que se asocia con la dificultad de manejo de este tipo de métodos frente a la ‘facilidad’ en el uso de los agroquímicos. Un reto trascendental porque los mercados “nos muestran cada día la importancia de la seguridad alimentaria y la salud”, señaló Ortiz Bono.
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