Cajas y bancos confían en la salud financiera del sector agrario

Los agricultores almerienses son los más solventes de Andalucía

Invernaderos del Poniente en una vista crepuscular
Invernaderos del Poniente en una vista crepuscular
Antonio Fernández
11:46 • 06 feb. 2018

Las entidades financieras tienen en los agricultores uno de los segmentos de clientes más atractivos para el negocio bancario. Las cajas y bancos que son referencia en el sector coinciden en su confianza con una clientela agraria que siempre paga y genera seguridad.




El presidente de Cajamar Caja Rural, Eduardo Baamonde, entidad que acapara casi un 70 por ciento de la cuota de mercado en el sector agroalimentario almeriense, del 20 por ciento en el levante español y del 13 por ciento a nivel nacional, lo que la convierte en la referencia del sector, asegura que la morosidad del agricultor ha sido tradicionalmente muy baja y la del conjunto del sector agroalimentario lo sigue siendo.




Lo explica afirmando que influye el carácter anticíclico de la producción de alimentos, que se encuentra al margen de ciclos especulativos, y que buena parte de las explotaciones tengan un carácter familiar “del que dependen no sólo los ingresos de los hogares, sino todo un proyecto de vida”.




Sector anticrisis 
La confianza  reside también en la capacidad para soportar la crisis; de hecho el agrario ha sido uno de los sectores más sólidos en los años de depresión económica “porque el ajuste no ha impedido que se siguieran realizando inversiones productivas”.




El crédito se empezó a recuperar en los últimos trimestres en el caso de la agricultura intensiva, un sector con fuertes necesidades de inversión y por tanto con tendencia al endeudamiento, “pero ha demostrado su gran capacidad para amortizar esas líneas de crédito en relativamente poco tiempo”. Para el presidente de Cajamar, “los niveles de endeudamiento de los sistemas productivos más sofisticados son por lo general mucho más elevados que los de la agricultura”.




Compromiso  
El Grupo Unicaja Banco, con una larga tradición financiera en el sector agrario almeriense, define a los agricultores como clientes “de gran fidelidad a la entidad y un fuerte compromiso con las obligaciones contraídas”. Afirma que, por lo general, “suelen tener un gran conocimiento del negocio que desarrollan y sobre las inversiones que deben llevar a cabo”.




Con ese perfil, cataloga a los agricultores almerienses como clientes “con un perfil más profesional que el resto de los productores”, y asegura que sobresalen “por ser unos clientes con la menor tasa de morosidad o incumplimiento en sus obligaciones de pago”.




Las mismas o parecidas valoraciones llegan desde el grupo Caixabank, que reafirmó su apuesta por el sector agroalimentario con la creación de la sociedad especializada Agrobank. Al igual que Cajamar o Unicaja, han apostado por una agricultura que “genera confianza porque tiene un alto dinamismo y cumple fielmente con las obligaciones que contrae”. Una opinión que comparten entidades clásicas como BBVA o Santander que llevan años financiando al campo.



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