Nadie usa tantas fuentes de agua para el regadío como Almería

Aprovecha hasta la última gota y lo hace de forma eficiente

Jornada con los investigadores del IFAPA de La Mojonera
Jornada con los investigadores del IFAPA de La Mojonera La Voz
La Voz
00:12 • 21 mar. 2018

La escasez agudiza el ingenio y la necesidad ayuda a encontrar las soluciones hasta donde es posible. Bajo ese prisma ha construido Almería uno de los modelos más complejos, y también más eficaces, en el aprovechamiento integral de aguas de diferentes procedencias, lo que la convierte en un caso único en Europa.



Cualquier recurso disponible es útil y sólo es necesario disponer de la tecnología para saber aprovecharlo. Según José López Segura, responsable de la investigación del agua en el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) de la Junta de Andalucía, la provincia lleva ese lema hasta el extremo y aprovecha eficientemente tanto los recursos convencionales, casos de las aguas subterráneas y de las superficiales, como los no convencionales, como las aguas desaladas o las procedentes de la depuración y la regeneración.






Pioneros
Almería ha sido de las primeras regiones españolas y europeas en incorporarse a la utilización de aguas desaladas -la necesidad manda-, y también lo fue con la puesta en servicio, hace ya más de veinte años, del primer sistema de ciclo integral del agua, cuando la depuración de las aguas de la capital dio paso al tratamiento terciario con una planta de ozono construida por la Junta que hizo posible el uso de esas aguas regeneradas para el riego de los cultivos de hortalizas, hasta ese momento imposible.



Desde el centro del IFAPA de La Mojonera se estudian desde hace varios años todos los modelos y sistemas de abastecimiento de agua a los regadíos porque según José López, cada agua y cada aplicación necesita un tratamiento específico. El modelo a seguir es el que se está aplicando por parte de la Junta Central de Usuarios del Acuífero del Campo de Dalías, que se propone la recuperación de los acuíferos subterráneos, sobreexplotados desde hace casi 50 años.



El proyecto consiste en dejar de extraer agua de esos viejos pozos y sustituirla por aguas de otras procedencias, básicamente agua de la desaladora de Balerma, las aguas residuales tratadas y regeneradas en municipios como los de Roquetas de Mar, El Ejido o Adra, entre otros, la planta desalobradora que los propios regantes construirán en la Balsa del Sapo o los recursos procedentes de la presa de Benínar o del embalse de Rules, en Granada, que es excedentario





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