Una actividad tan incrustada en la economía familiar de Almería como la pesca de arrastre podría desaparecer en 2020 -o quedar reducida a una labor residual- si prospera el nuevo Reglamento de Bruselas para recortar los días de faena casi a la mitad, así como introducir cupos en muchas de las especies más emblemáticas como la merluza o el salmonete.
Para que esto no ocurra, los representantes del sector pesquero de la provincia, junto a los del resto de Andalucía, han iniciado esta semana una campaña de recogida de firmas para frenar esos planes “perversos” de la Comisión Europea.
Los pescadores, que defienden el mantenimiento de la pesca sostenible ha redactado un manifiesto para recabar el apoyo de los consumidores que quieran seguir consumiendo pescado y marisco fresco de almería y disfrutar de la dieta mediterránea saludable. Entre las especies que están en el disparadero de Bruselas, sin que el Gobierno español, por ahora, haya presentando alegaciones, se sitúa la bacaladilla, la brótola, pintarroja, chipirón, cigala, gamba y pota, entre otras.
El gerente de la Asociación de Armadores de Almería, José María Gallart, que está tratando de transmitir al sector y a la sociedad almeriense en general la gravedad del momento, ha indicado que “Bruselas lo que hace e un copia y pega de las políticas del norte con aplicación de planes similares a los del Mar Báltico, sin tener en cuenta que el 30% del total de la flota de arrastre pertenece a países no comunitarios a los que no repercute esta normativa europea”.
Gallart ha añadido que “las limitaciones a la actividad para faenar 170 días al año provocaría que los barcos dejaran de ser rentables, necesitamos al menos poder faenar en torno a 200 días, jamás hemos tenido la preocupación que tenemos ahora porque veo que nos funde Bruselas con el apoyo de Madrid”.
Gallart ha reconocido que “hay miedo en el sector ante el apoyo a la propuesta de la Comisión Europea por parte del secretario general de Pesca en el último Consejo de Ministros”.
El sector va a solicitar el apoyo de los ayuntamientos andaluces mediante mociones específicas.
Tapas con pescado del Mar de China o de Chile
La Comisión Europea, parece que desconocedora de la actividad del arte de arrastre, quiere que se diferencie entre el arrastre de pescado y el de marisco. Eso para el gremio es un disparate, ya que la pesca extractiva mediterránea es multiespecífica y es imposible que un barco pueda discriminar entre un pescado y otro ya que en el arte entra de todo. Gallart ha recordado que Almería se presenta a la Capitalidad Española de la Gastronomía “y sin la pesca de arrastre las tapas serían de pescado de Marruecos, de China o de Chile”.
El gerente ha culpado también a lobbys medioambientales como Oceana, “que se posiciona en contra de este tipo de flota con una campaña basada en mentiras y en datos no reales, al comparar una flota de bajura con otra industrial, el primero que quiere cuidar el caladero es el pescador”. En la lonja de pescado de la capital comercializan su producción un total de 124 embarcaciones de arrastre, cerco y artes menores y el número de compradores es de 157.
El empleo directo generado por el sector pesquero en Almería asciende a 295 trabajadores y el indirecto sobre pasa los 900. También están afectados los puertos de Garrucha, Carboneras y Adra. Las ventas de las lonjas almerienses arrojan una cifra total durante el pasado año de 7,3 millones de euros.
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