El Puerto pesquero de Carboneras, que tiene uno de sus muelles y el acceso a la lonja cerrados por peligro de derrumbe desde hace una semana, no tiene aún fecha para que pueda ser reparado.
El delegado territorial de Fomento de la Junta de Andalucía, Antonio Martínez, mantuvo un encuentro ayer con armadores de la localidad en la que les transmitió que hay preocupación por la Empresa Pública de Puerto de Andalucía, que dirige Mariela Fernández, por el deterioro sufrido por la instalación y que se va a redactar un plan de emergencia para su arreglo, pero sin compromiso de fechas. Martínez también se entrevistó con el alcalde, Felipe Cayuela, con el concejal de Pesca, Pascual Díaz, y el edil del PSOE en la oposición, Ramón Soto, a quienes les transmitió las mismas decisiones. El origen de la anomalía se encuentra en unos tres bloques de hormigón que se cayeron en el cantil del Muelle de entrada a la lonja que ha provocado una grieta que llega hasta la misma lonja, con el riesgo de que esos bloques de hormigón se deslicen aún más. Técnicos de la Empresa Pública de Puertos y de una consultora externa realizaron el lunes una inspección visual para evaluar los daños y adoptar un proyecto de reparación, tras hacer la valoración de daños.
El delegado transmitió a los armadores que los técnicos estiman que el peligro está controlado, que no afecta a la superficie de la lonja y que, mientras tanto se arregla, se va a habilitar la zona de desembarco de pescado por los extremos de la sala de ventas. El gerente de Carbopesca, Pedro Hernández, expresa que “habrá que estar pendientes para que la lonja vuelva a su estado natural lo antes posible, tenemos temor de que la fisura que hay vaya a más como suele ocurrir en estos casos”.
La temporada de pez espada acaba de iniciarse en la que se emplean más de treinta embarcaciones de la localidad y que, tras el paréntesis de una semana por las fiestas del patrón San Antonio, tendrán necesidad de contar con la lonja a pleno rendimiento para el descarga y venta de los ejemplares de aguja.
El precinto del Muelle por derrumbe la semana pasada fue la gota que colmó el vaso la pasada semana para que el gremio estallase en críticas por la situación de deterioro del puerto pesquero, inaugurado por los reyes en 1991.
El delegado ha anunciado a los pescadores que se van a librar 100.000 euros para la instalación de nuevo alumbrado en la dársena y para labores de adecentamiento de las instalaciones. También se ha solucionado el escollo que suponía el surtido de gasóleo cerrado, ya que ha sido adjudicado a Pedro Najar, el mismo adjudicatario del Puerto de Garrucha.
No hay fecha, sin embargo, para poder acometer un nuevo dragado de la bocana que, según los pescadores, supone un gran peligro para la flota.
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