Este viernes no habrá pescado fresco en las lonjas de la provincia en protesta por el nuevo reglamento europeo que prevé recortar la actividad de la modalidad de arrastre por debajo del umbral de rentabilidad. La flota de Almería, Garrucha, Carboneras, Roquetas y Adra, por tanto no se hará a la mar para exigir un cambio en esa nueva normativa, que según los armadores haría bajar los días de pesca a 160 al año, por debajo del umbral de rentabilidad.
Estos recortes supondrían la entrada de mayor pescado importado procedente de terceros países, quizá sin las debidas garantías alimentarias. Los armadores aluden a que mientras Europa regula a los barcos de la ribera mediterránea, los del otro lado como Marruecos podrían seguir pescando igual.
La Asociación de Armadores de Almería (Asopesca) ha transmitido su inquietud por la normativa en ciernes para aplicar en el sector, que “pone en serio peligro el mantenimiento de la actividad de nuestra flota de arrastre”. Han tenido lugar una reunión entre la Secretaría General de Pesca y los directores generales de Pesca de las comunidades autónomas del Mediterráneo donde se ha dado traslado del nuevo Real Decreto que regula la pesca de Arrastre en el Mediterráneo.
Ante esta nueva normativa, que creen lesiva para sus intereses, Asopesca anuncia que va a iniciar una ronda de contactos con las fuerzas políticas locales para que den traslado a nivel autonómico, nacional y al Parlamento Europeo de la opinión de los profesionales del sector sobre estos proyectos de normativa y del mismo modo exponer las propuestas de los armadores encaminadas a un desarrollo sostenible de la actividad pesquera.
La pesca de arrastre, que propicia sustento a más de 200 familias en la provincia de forma directa y a miles de forma indirecta, está en jaque: la Comisión Europea tiene en el horno un Plan de Gestión para acotar esta pesquería, la más rentable para el sector, un arte con el que se captura la merluza, la gamba roja, la pescada, la brótola y el salmonete, entre otras especies.
En la provincia faenan de lunes a viernes una flota de 42 barcos arrastreros que desembarcan cada día en los puertos un pescado y marisco fresco que abrillanta el prestigio de la hostelería local y que sirve como caja de resonancia para que acudan turistas, no solo a bañarse en las playas de esos pueblos del litoral, sino a degustar complementariamente la gastronomía marinera que proporciona el arrastre. Andalucía tenía 159 arrastrero hace una década y ahora tiene 93, frente a Marruecos, Argelia y Túnez que han multiplicado su flota en el mismo mar.
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