Los armadores han explicado que se puede comer pescado fresco sin riesgo para la salud, siempre que esté bien cocinado. El mensaje viene a cuento por la preocupación de muchos consumidores en torno a la presencia del ‘anisakis’, un parásito del pescado que puede provocar alteraciones digestivas y reacciones alérgicas.
Las precauciones con el pescado fresco empiezan con la compra del pescado fresco, que debe adquirirse sin vísceras. Posteriormente han que proceder a cocinarlo a la manera tradicional, ya sea mediante cocción, fritura, horneado o plancha, que someten al pescado a altas temperaturas que matan al parásito.
En el caso de que se vaya a consumir crudo o semicrudo la medida a adoptar es también sencilla, basta con congelarlo a una temperatura de -20 grados durante cinco días para acabar con el anisakis.
Los pescadores llevan varios años aplicando medidas para prevenir la aparición de complicaciones sanitarias al consumir pescados y mariscos, entre ellos no arrojar al mar los restos de vísceras que pueden ser ingeridas por otros peces e infectarse.
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