El Puerto ultima su enésimo plan para transportar frutas y hortalizas

La presidenta asegura que el proyecto está muy avanzado y que podría empezar en octubre

La naviera  danesa Maersk con una ruta regular de contenedores ha sido un revulsivo para Almería.
La naviera danesa Maersk con una ruta regular de contenedores ha sido un revulsivo para Almería.
Manuel León
23:08 • 27 jul. 2018

La presidenta del Puerto de Almería, María del Carmen Ortiz, hizo ayer balance de su primer año de gestión y esbozó, sin dar muchos detalles, que hay un proyecto “muy avanzado” para el transporte de frutas y hortalizas vía marítima. Se trata del enésimo plan para expedir verduras mediante transporte combinado camión-barco y, por las palabras de confianza de Ortiz, parece que en esta ocasión va la vencida.



Lo cierto es que en los últimos 40 años -desde Luis Fernández Revuelta y después Francisco Salmerón, Pedro lozano, Jesús Alferez, José Antonio Amate y Trinidad Cabeo- cada presidente que se preciara  buscó  activar un programa para sacar por mar las verduras de los campos de Dalías y Níjar. Pero nunca se hizo realidad. 



Desde que empezó a dejar de verse la uva almeriense y la naranja bajo los tinglados en los años 40 y 50, ninguna otra producción ha tomado el relevo con fuerza en la dársena, más allá del yeso de Sorbas.



En este nuevo proyecto participan consignatarios como Ronco y Cía y López Guillén, navieras, comercializadoras hortofrutícolas y alguna empresa de transporte por carretera como puede ser el gigante almeriense del sector J.Carrión. Al final, como casi siempre, por mucha buena fe que ponga la administración, el 95% del éxito de una iniciativa de este tipo depende del esfuerzo privado. 



Si hay algo en lo que no han innovado las cooperativas agrícolas almeriense en los últimos 50 años es en la logística. “Para que cambiar, si nos va bien con el camión”, apuntan siempre desde el sector cuando se habla del tema. Y así parece que es. Para productos tan perecederos como una sandía o una berenjena no parece que la carretera tenga rival, por ahora.



El único nubarrón para esta tradicional fórmula de transportar verdura es la presión cada vez más evidente de la Unión Europea para reducir la huella de carbono que provocan las emisiones de carburantes.



“Es un proyecto complejo, en el que se lleva años trabajando y que puede estar en marcha para octubre y noviembre”, precisaba ayer Ortiz. Hasta ahora, un mercado tan competitivo como el hortofrutícola, donde una hora más o menos es una victoria o un fracaso de ventas, la confianza en el mar, por la incertidumbre en el cumplimiento de entregas a tiempo, ha sido nula por parte de las comercializadoras almerienses.



Quizá el recién inaugurado servicio de contenedores de Maersk para atender la demanda de la multinacional de la piedra Cosentino, con el que se han transportado ya 6.332 toneladas de producto, pueda servir de locomotora para que cuaje de una vez por todas este vetusto plan de exportar tomates por mar, como en el esplendor de la uva.


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