La Junta le pone deberes a la agricultura almeriense

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha expuesto los que a su juicio son los principales retos a los que debe hacer frente el sector hortofrutícola almeriense si quiere seguir manteniendo una posición de liderazgo en los mercados nacionales y extranjeros.

Considera que el primero de esos retos, o mejor dicho el que aglutina buena parte de lo que deben ser los objetivos del sector, es asumir un verdadero compromiso por la diferenciación de los productos con respecto a los del resto de competidores, un reto que, en cualquier caso, entiende que es perfectamente asumible por un modelo tan dinámico como es el almeriense.

Modernización
En pos de esa diferenciación, Sánchez Haro apuesta por la contribución de acciones como el impulso definitivo a la producción ecológica integrada o el control biológico de plagas, una cuestión en la que se ha observado una cierta ralentización en los últimos años. Apostilla el consejero que en cuestiones como estas, Almería “no debe bajar el listón, que está ya alto”.

No hay secretos en torno a camino a seguir, puesto que la agricultura almeriense es ya un referente en cuestiones como la innovación, la calidad, la seguridad alimentaria o la promoción, una línea de trabajo en la que hay que seguir insistiendo para no perder esa posición privilegiada de liderazgo.

El agua
Entre los retos que propone está avanzar hacia una gestión eficaz de los recursos hídricos “para garantizar la seguridad y la sostenibilidad de esos recursos”. Señala la importancia de que las administraciones públicas cumplan con los compromisos pendientes, entre ellos los de mejora de los rendimientos de las desaladoras, la reutilización de las aguas residuales depuradas o la reparación de la desaladora de Villaricos, hoy en desuso.

Cree imprescindible buscar el equilibrio en la Cadena Agroalimentaria a través del impulso de nuevos instrumentos normativos a nivel europeo como la Directiva de prácticas comerciales desleales, o como en Andalucía con la nueva Ley de Agricultura y Ganadería. El fin de estas herramientas sería la obtención de mejores rendimientos y la búsqueda de rentabilidad para los productores.

Apela también al papel de las OPFH en la nueva reforma de la PAC, apoyando la continuidad de los programas operativos que permitan la inversión en la modernización de los sistemas productivos.

Y no olvida las infraestructuras del transporte, presentes en su agenda primero con el PP y ahora con el PSOE, en especial con un Corredor Mediterráneo “imprescindible”.