Cada jornada, más de mil trabajadores se desplazan al parque industrial de Cosentino, el centro de operaciones de la multinacional de mármol almeriense ubicado en el municipio de Cantoria. Esto implica un gran número de desplazamientos que, además de su complejidad logística, generan un impacto ambiental que pesa sobre la empresa.
El progreso en la concienciación sobre la amenaza del cambio climático y el papel que deben jugar las empresas, bajo los principios de responsabilidad compartida hace que estas cuestiones estén en el centro de las políticas de RSC de algunas compañías. Cosentino es fiel a estas inquietudes y, desde hace ocho años, desarrollan y ejecutan su propio plan de movilidad sostenible.
Movilidad
“Actuamos sobre tres ejes: reducir el impacto ambiental del transporte de empresa, favorecer la comodidad de nuestros trabajadores y mejorar su bienestar”, declara el responsable de Medio Ambiente de Grupo Cosentino, Antonio Urdiales. Esta visión estratégica, en la práctica, se materializa en acciones tanto dentro como fuera de las instalaciones de la empresa. La sede de Cosentino en Cantoria cuenta con un tramo de tres kilómetros de carril bici para los desplazamientos internos en bicicleta. Otra de las medidas puestas en marcha dentro del plan de responsabilidad corporativa es la de fomentar el uso de los coches compartidos: “a día de hoy, contamos con entre 250 y 300 empleados que comparten coche para venir al trabajo”, señala Urdiales. De acuerdo con la memoria de la empresa sobre responsabilidad social corporativa, el uso de vehículos compartido ha supuesto que se dejen de emitir 205 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Sumado a esto, la empresa cuenta con una amplia flota de vehículos de empresa y ‘buguis’ eléctricos para los trayectos de un punto a otro del parque industrial de la empresa. Cosentino además incentiva los contratos con empresas que utilicen este tipo de vehículos y el uso de coches eléctricos entre los trabajadores gracias a los 45 puntos de recarga de vehículos establecidos a lo largo y ancho del parking de la empresa.
Autoconsumo
La empresa almeriense Proconsult es una de las pioneras en prestar estos servicios para el autoconsumo y la movilidad eléctrica en España. Además, matricularon el primer coche eléctrico de empresa del país, un BMWi3, y cuentan con otro modelo híbrido, el BMW 330e. El presidente de Proconsult, Marc Royen, explica que, además de eliminar el impacto ambiental, el consumo energético del vehículo, aproximadamente de 1,5 euros por cada 100 kilómetros, lo convierten en una opción económica más atractiva que los coches convencionales.
Proconsult trabaja con acuerdos de colaboración con marcas como BMW o Nissan para la distribución de vehículos, aunque donde la empresa se ha posicionado como referencia es en la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos. En la actualidad, la empresa ha instalado un total de 80 puntos de recarga semirrápidos y uno, en Tenerife, ultrarrápido (100 Kwh). “Ahora mismo, la falta de puntos de recarga en la ciudad y en carreteras es la principal limitación para la introducción definitiva del coche eléctrico en la sociedad. A pesar de esto, cada vez se está abriendo más el mercado a estas opciones”, señala el presidente de Proconsult, una tendencia en la que estas empresas llevan años dando ejemplo en materia de sostenibilidad y eficiencia.
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