Una guía recorre la titánica lucha de los almerienses por el agua

Cajamar Caja Rural y el Instituto de Estudios Almerienses presentaban ayer la publicación “Cultura del Agua”, una obra que desde su nacimiento se convierte en una herramientas imprescindible para conocer la historia de la eterna lucha de los almerienses de todas las épocas por obtener el bien más preciado.

Es el número 14 de la colección ‘Guías de Almería. Territorio, Cultura y Arte, y pretende convertirse en un pedazo de la historia viva del agua en la provincia, el elemento más importante y más determinante del devenir de las sucesivas civilizaciones que se han asentado en su territorio desde tiempos prehistóricos.

Agua que se come
Ángel Escobar, vicepresidente de la Diputación, afirmaba en la presentación de la guía que es un trabajo muy importante porque aborda todo lo relacionado con los recursos hídricos y del constante esfuerzo de los almerienses para obtenerla y para gestionarla.

Escobar explicaba ayer durante la presentación de la nueva Guía de Almería que en la provincia “el agua no sólo se bebe, sino que además se come”, en referencia a la obtención de productos hortofrutícolas que son la base de la economía de la provincia, un sector vertebrador de los pilares económicos de nuestra tierra, y el sustento de decenas de miles de familias”.

Roberto García Torrente, director de la Fundación Cajamar, asegura que no hay un factor tan determinante de la economía, de los modelos sociales o del patrimonio de la provincia como el agua y lo demuestra la historia de sus usos y manejos, recogidos en la publicación “porque es la historia del esfuerzo colectivo realizado para aprovechar su escasez y permitir el crecimiento de la economía”.

Singularidad
A lo largo de toda la guía se destila cómo una sociedad ha sido capaz de superar los obstáculos, las limitaciones, que le imponía la escasez de recursos hídricos, cómo fue capaz de dotarse de herramientas que hicieron posible un aprovechamiento casi imposible.

Ese esfuerzo colectivo ha sido capaz de generar una cultura singular que no se pueden encontrar en ningún otro territorio europeo “porque Almería ha hecho de la necesidad un motor de ingenio y de conocimiento difícil de encontrar en otras zonas”.

Las huellas de esa historia son fáciles de localizar en el mapa de la provincia, salpicado de aljibes, acequias, norias, pozos artesanos, balsas y otras construcciones. Desde cualquier punto y en cualquier comarca es posible encontrar esas huellas y disfrutar de su conocimiento.

La referencia
La guía “Cultura del Agua” es también una puesta en escena de los avances obtenidos a lo largo del tiempo en la provincia, unos avances que según García Torrente, “han convertido a Almería en un referente a nivel mundial en la gestión de los recursos hídricos”.

Los datos son determinantes y hablan de un territorio que ha sido capaz de cambiar el sino de su historia hasta convertirse en la despensa de Europa, o un área en la que la rentabilidad por cada metro cúbico de agua consumida en la agricultura resulta mucho más elevada que en cualquier otra zona europea.

Exhaustivo 
El equipo editorial que ha elaborado la guía ha sido dirigido por Juan Antonio Muñoz, que sostiene que en Almería “el agua condiciona la vida, la ocupación del territorio, la economía y es el elemento más determinante que tenemos”.

En el grupo multidisciplinar de expertos que aportan sus trabajos a esta publicación aparecen Lorenzo Cara Barrionuevo, Enrique Fernández Bolea, Juan Salvador López Galán, Francisco Javier Martínez Rodríguez, Juan Antonio Muñoz Navarro, Francisco Javier Parra Viúdez, Andrés Pérez Pérez y Alfonso Ruiz García.

Pasado, presente y ¿futuro?
Ojear la guía Cultura del Agua supone iniciar un recorrido por la historia de los almerienses que, desde la prehistoria, se han tenido que enfrentar a la escasez de recursos, y conocer el cúmulo de conocimiento y experiencia en la gestión del agua.

Es asimismo un recorrido por el patrimonio hidráulico, rico como pocos en España y Europa porque es la historia de la superación.

El trabajo se adentra en la situación actual, en la que perviven modelos que han llevado al límite los recursos disponibles y en la que se ha iniciado una lucha denodada por la obtención de recursos ‘no convencionales’, como señalaba el director de la Fundación Cajamar.

Y esboza líneas de trabajo de cara al futuro al reconocer que la situación de las reservas pone contra las cuerdas la capacidad natural de recuperación. Y ahí la pregunta queda abierta y la duda es si hay capacidad para más regadíos o es mejor aumentar la productividad por hectárea.